José Apezarena

Cataluña: como Pablo Iglesias, pido un referéndum pactado

Pablo Iglesias ha propuesto al resto de fuerzas políticas, salvo el Partido Popular, la creación de una asamblea estatal extraordinaria de parlamentarios y alcaldes para afrontar la crisis de Cataluña.

El llamamiento va dirigido a cargos electos de las cámaras estatales y autonómicas del país y a regidores de ciudades de más de 50.000 habitantes.

Según el líder de Podemos, el objeto es redactar un manifiesto que exhorte al Gobierno a “dialogar con la Generalitat y a buscar soluciones políticas democráticas al conflicto en Cataluña que permitan a todos los catalanes y catalanas convocar un referéndum acordado con el Estado para decidir su futuro”.

Tengo que confesar que estoy plenamente de acuerdo con esos objetivos. Apoyo, por supuesto, la petición de un diálogo entre el Gobierno y la Generalitat que busque “soluciones democráticas al conflicto con Cataluña”. Me encantaría.

Y, desde luego, me parece muy bien la demanda de que se pueda celebrar “un referéndum acordado con el Estado”.

Es precisamente lo que no están buscando los actuales responsables de la deriva radical en Cataluña. No han pactado nada con el Estado, no han acordado nada, sino que han tirado por la calle de en medio, por la vía del trágala y de los hechos consumados, convocando de forma unilateral una consulta de ruptura con España a celebrar el 1 de octubre. Saltándose con ello la legalidad (la constitucional y la catalana) y cualquier consenso.

Respaldo, como digo, la celebración de un referéndum sobre Cataluña “pactado con el Estado”.

Y, según la última encuesta de Metroscopia, lo mismo opinan el 80% de los españolas, que piden ese referéndum “pactado y legal”.

Un referéndum, por tanto, organizado de acuerdo con las reglas constitucionales y legislativas vigentes. Normas que, como es bien sabido, otorgan al titular de la soberanía nacional, es decir, al pueblo español en su totalidad, a todos los ciudadanos de este país, la autoridad y la capacidad para aprobar decisiones que afectan a la globalidad.

 

Es precisamente lo que no desean Puigdemont, Junqueras y el resto de exaltados acompañantes. Pretenden decidir ellos solos sobre algo que afecta a todos los habitantes de este país llamado España.

Y eso es lo que no van a conseguir. Como lo están comprobando amargamente estos días, en lo que han constatado que el Estado se ha tomado en serio el desafío independentista y se ha puesto a dictar disposiciones y medidas económicas, legales, de seguridad y orden público... que han puesto francamente difícil que el susodicho referéndum vaya a celebrarse.

Viendo la propuesta que ha lanzado (con la que estoy, repito, de acuerdo), me pregunto si Pablo Iglesias les ha preguntado a los independentistas, por lo visto, sus nuevos amigos. Me parece que no.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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