José Apezarena

Incluso en el terrorismo existen rayas rojas

A lo mejor se trata de una impresión sin fundamento, pero me parece que, aunque pueda parecer paradójico, también en materia de terrorismo existen rayas rojas que, si se cruzan, provocan consecuencias demoledoras para los mismos que recurrían a la violencia.

Me atengo como precedente a lo que ocurrió en España con ETA. Muchos analistas consideran que la banda traspasó esos límites, y a partir de ahí se inició su declive y caminó hacia el final, cuando secuestro y martirizó durante casi dos años a Ortega Lara y cuando asesinó a Miguel Ángel Blanco.

Quizá por simple acumulación, tal vez por cansancio irrefrenable en la sociedad, lo cierto es que tan execrables sucesos provocaron tamaño rechazo que movilizaron de forma definitiva a toda la sociedad española, incluyendo sus propios simpatizantes en el País Vasco. ETA empezó a perder una batalla que ahora está liquidada.

De igual forma, hoy tengo la sensación de que los atentados del fin de semana en París constituyen igualmente una de esas rayas rojas, traspasadas por los terroristas islámicos. Y que habrá un antes y un después, que conducirá a la práctica desaparición de ese fenómeno, muy posiblemente por las malas aunque no solo.

Es tal la repugnancia que han provocado los hechos, por la intención, el modo, los destinatarios y el impacto en la opinión pública del mundo entero, que pienso que amplios sectores musulmanes decidirán, en todas partes, rechazar cualquier simpatía y apoyo a sus sectores violentos.

Pero no solamente eso. El cierre de filas internacional que se va a producir resultará demoledor. Por si no tuvieran suficientes países rivales, los animales del ISI se han ganado la enemiga definitiva de Rusia por el avión derribado en el Sinaí. Y hay que recordar que Moscú no se anda con chiquitas en asuntos semejantes. Se sumará, pues, a Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, España… y en general a toda la comunidad internacional, impactada por lo vivido estos días en París.

Insisto en que, a partir de los sucesos de París, el propio mundo musulmán posiblemente reaccionará condenando, en la voz de sus principales dirigentes, la vía de la violencia terrorista.

Por supuesto, cabría preguntar: lo que no provocaron las Torres Gemelas, los atentados de Londres, el 11-M en España y tantos otros hecho terribles… ¿lo van a causar los sucesos de París? Y ¿por qué ahora y no antes?

Respondo que se trata de una impresión mía. Pero añado la certeza de que existen rayas rojas incluso para el terrorismo. Y lo de París podría convertirse en ese límite que nunca debieron franquear.

 

Dicho lo cual, a lo mejor lo mío es solo un intento de agarrarme a alguna esperanza. Podría ser.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena


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