Lideresa Chacón

Carme Chacón ha dado el paso al frente y ha anunciado que luchará contra Rubalcaba para alzarse con el liderazgo en el PSOE. Ninguna novedad, porque estaba más que cantado.

Y ha escenificado el anuncio en un ámbito geográfico que hace sólo un año habría resultado inverosímil: Olula del Río, el pueblo de sus padres en Almería.

O sea, lo ha hecho en la Andalucía que es el granero electoral del PSOE, y de donde llegarán al congreso de febrero uno de cada cuatro delegados socialistas. El cambio de estilo y de mensaje de la candidata parece bastante tosco, por ser un truco excesivamente obvio.

Ahora resulta que, quien en otro tiempo se declaraba únicamente ‘catalana’, amiga del famoso Rubianes y su camiseta, presume, como hizo en Olula, de que sus abuelos son andaluces, burgaleses y aragoneses. O sea, de toda esa España que en otro momento no aparecía para nada en sus mensajes.

A primera vista, diríase que los asesores de imagen de Carme Chacón no han estado demasiado finos. Pero a lo mejor resulta que funciona y la candidata consigue el buscado marchamo de ‘española’, necesario para ganar el congreso de febrero, y, en el futuro, para ser candidata a la presidencia del Gobierno… de España.

¿Y qué currículum político reúne Carme Chacón, para reclamar el liderazgo del PSOE? Desde el punto de vista de la gestión, no demasiado espectacular: la vicepresidencia del Congreso, un anodino paso por el ministerio de la Vivienda y, al margen de aquella foto embarazada y pasando revista a las tropas, una nada brillante estancia en el de Defensa.

Además, ha sido miembro del Gobierno que ha llevado a este país a la lastimosa situación económica en que se encuentra, y dirigente nacional del partido que ha cosechado la peor derrota electoral de su historia. Así que…

Eso sí, es joven. Y en el PSOE hay muchos que claman por arrumbar los restos del felipismo, y aun del zapaterismo, y dar la alternativa a una nueva generación de dirigentes que estén en el entorno de los cuarenta años. Eso le puede beneficiar.

Y, además, es mujer. Y también le puede beneficiar.

 

He leído este fin de semana no pocas opiniones y análisis sobre Carme Chacón y su anuncio en Olula, la mayoría laudatorios y positivos. No coincido con ellos.

Desde mi punto de vista, y aparte de su vinculación plena con lo realizado por los gobiernos de Zapatero y la actual dirección del PSOE, la candidata adolece de unos cuantos requisitos imprescindibles para convertirse en líder. Lideresa, mejor dicho.

Seguí en directo, por televisión, el acto de Olula del Río. Y, de nuevo, aprecié que se trata de una política con dificultades en la expresión, sin demasiado ardor dialéctico, con un deje de frialdad y de distancia. Un personaje que no calienta, que no enardece. Le falta empatía: como si le resultara difícil hacerse querer.

Y pienso que esas carencias le pueden dificultar sintonizar con las bases, con la militancia socialista. Y, por ende, en el futuro con los ciudadanos, con los electores.

Desde mi punto de vista, Rubalcaba no es la solución que necesita el PSOE. Pero tampoco lo es Carme Chacón, la lideresa.

En cualquier caso, lo tendrán que decidir ellos mismos, los socialistas.

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