José Apezarena

Rajoy, harto de que le llamen "míster corrupción"

Mariano Rajoy está harto. Así lo cuentan en su entorno de confianza. Hasta las narices de que le vinculen directa y personalmente con la corrupción, como si fuera el cómplice, o incluso el causante, de la pesadilla que se está viviendo en su partido.

Podemos se ha mostrado especialmente incisivo en las acusaciones. Irene Montero afirmó: "La corrupción tiene sede, y es Génova 13". Y el líder del partido le ha acusado más de una vez: "Ustedes son la corrupción".

A Rajoy le dolió especialmente la frase de Pablo Iglesias, pronunciada en la tribuna del Congreso, durante el discurso de la moción de censura: "Usted, señor Rajoy, pasará a la historia como el presidente de la corrupción". Una afirmación que ha quedado reflejada en las actas taquigráficas.

El presidente del Gobierno no está dispuesto a que tal cosa ocurra, a que el recuerdo que quede de él, de su ejecutoria política y sobre todo de la labor realizada ahora en el Gobierno, sea ser considerado "el presidente de la corrupción".

Por eso, está enviando a los responsables del ministerio de Justicia, y a su través a las instancias judiciales, el mensaje de que no se anden con contemplaciones a la hora de perseguir y castigar las conductas irregulares y delictivas. Sea quien sea el afectado.

Quiere que se aplique con máxima contundencia el famoso "caiga quien caiga", precisamente para tratar de borrar la amenaza de esa herencia política.

Coincidiendo con la noticia de la detención de Ángel María Villar, presidente de la Federación de Fútbol, Pilar Cernuda afirmaba ayer, en "El Bisturí", de Onda Cero, que existe mucha intranquilidad en el mundo empresarial por la corrupción, ya que están viendo caer a mucha gente.

Y apuntaba: Rajoy sabe que la mayoría de las personas que tienen esos problemas pertenecen al círculo de sus votantes. Y de personas de su partido, añadiría yo.

Ante tales evidencias, el presidente quiere a toda costa que se visualice que su lucha contra la corrupción va en serio, caiga quien caiga.

 

Para ello, entre otras cosas, ha ordenado que el magistrado Manuel García Castellón, que lleva los casos más delicados para el PP, Púnica y Lezo, cuente a partir de septiembre con un juez de apoyo, de forma que él pueda seguir ocupándose enteramente de esos sumarios. Para que quede claro que la corrupción se seguirá persiguiendo con todas las consecuencias.

Con todo, no va serle tan fácil a Rajoy poner fin a su carrera política sin que le quede ese baldón. Que consiga eludir del todo ese título de "míster corrupción". No lo tiene fácil.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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