José Apezarena

Por qué Rajoy no podrá decir que no al rey

El escenario político puede resumirse, muy rápidamente, diciendo que el PSOE hará todo lo necesario, todo, para que no se repitan las elecciones generales. Y que el PP desea la investidura pero tampoco se dejará la vida en el empeño, porque piensan que esas terceras elecciones hasta les podrían beneficiar.

Con tales premisas, hay que dar por descontado que los socialistas buscarán la forma de impedir la convocatoria electoral, por la vía de que haya investidura del único candidato que puede lograrla: Mariano Rajoy.

Todo indica que, para lograrlo, irán en la línea de esa famosa "abstención técnica", consistente en que al menos once diputados, previamente elegidos y designados, omitan el "no" a Rajoy que los demás expresarán.

El PP, crecido por las expectativas que le dan las encuestas, ha lanzado el mensaje de que no acepta una simple abstención de los socialistas, sino que busca un acuerdo más amplio, unas garantías de que al día siguiente de la investidura, o unos meses más tarde, o un año después, no provocarán una caída del Gobierno por la vía de la moción de censura. Aunque Rajoy, por su parte, acaba de matizar, anunciando que no pondrá condiciones en la negociación.

Dicho todo lo cual, la realidad es que el PSOE tiene en su mano provocar la investidura de Mariano Rajoy, quiera o no quiera.

Los pasos son. El rey celebrará una segunda ronda de consultas, para conocer la intención de cada uno de los grupos parlamentarios. Rajoy le expondrá que sigue contando con los 170 diputados que suman su grupo y Ciudadanos. Si no hubiera conseguido ninguna concesión por parte de los socialistas, cabría la posibilidad de que insistiera al monarca en que no cuenta con apoyos suficientes.

Sin embargo, antes de esa conversación, Felipe VI habrá recibido al representante de la comisión gestora socialista, a Javier Fernández, que le habrá transmitido que su grupo está decidido a aportar, en el Pleno del Congreso, las abstenciones suficientes como para que Rajoy complete la mayoría necesaria y se convierta en presidente del Gobierno.

Así pues, si Rajoy rehusara intentar la investidura, argumentando que le faltan votos, el monarca le podrá responder que sí los tiene, porque los socialistas le han confirmado que se abstendrán en número suficiente. Y, por eso, le tendrá que encargar que intente una investidura que está al alcance de su mano.

Con una encomienda así sobre la mesa, Mariano Rajoy no tendrá más remedio que acudir al Congreso a solicitar la investidura. Porque no cabría en cabeza alguna que, con el encargo del rey, apoyado en la citada mayoría suficiente, respondiera que, a pesar de todo, no iba a someterse a la votación.

 

Rajoy, en fin, está a merced del PSOE. Y no podrá decir que no al monarca.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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