José Apezarena

Uxue Barkos contra el Estado, la Monarquía y el Ejército

Uxue Barkos, la actual presidenta de Navarra, no se escondió ayer cuando, en un desayuno de Europa Press, le preguntaron por su no asistencia, el 12 de octubre, a los actos de la fiesta nacional de España.

Negó que se debiera a un problema de agenda (algunos informaron de que se encontraba fuera de España). No quiso viajar a Madrid porque, según ella, esos actos promueven un modelo de Estado con el que no está de acuerdo, que tiene a la Monarquía y al Ejército como protagonistas, con los que tampoco está de acuerdo.

Sí se escondió bastante más cuando, durante el coloquio, le planteé esta pregunta: "En qué horizonte temporal Navarra acabará integrada en el País Vasco, según sus cálculos o propósitos". No negó, por supuesto que su objetivo es que el Viejo Reino acabe subsumido en la actual Euskadi, pero no hubo respuesta concreta sobre cuándo piensa que tal eventualidad ocurrirá. Su contestación fue "cuando en Navarra haya una mayoría que lo apoye".

Barkos defendió con rotundidad el concierto económico de Navarra, explicando que aporta al Estado el 1,6% del PIB y recibe el 1,4, que en estos años de crisis ha crecido un 20%, y que esa cantidad representa el 18% del presupuesto de la Comunidad Foral, que además paga su parte de la deuda del Estado después de haber tenido que gestionar y solventar su propia deuda.

Se pronunció en contra de la política de dispersión de presos de ETA y por la progresiva desaparición de la Guardia Civil en Navarra, argumentando que las competencias de seguridad corresponden en su totalidad a la Policía Foral.

A pesar de su condición de periodista, justificó la denuncia presentada por su gobierno contra Nuevas Generaciones de Navarra, por un tuit en el que reproducían de un medio de comunicación el calificativo de "proetarra" para un instituto de Pamplona. Los de NNGG repartieron en la propia sala una documentación según la cual el 20% de los etarras navarros detenidos en los últimos años han salido de ese centro, el Instituto de Iturrama.

Reconoció que habrá "más ikurriña" en Navarra, pero que no lo dictará el Gobierno Foral sino que será aprobado por el Parlamento. Según esa iniciativa, cualquier alcalde podrá decidir que la enseña de Euskadi ondee en su ayuntamiento, a pesar de existir una bandera oficial de Navarra, establecida en la Ley Foral de 2003.

En cuanto a la asistencia al desayuno, no demasiada expectación en el salón del hotel, en contraste con el dato demoscópico que, no hace mucho, la situaba como la política más valorada. La realidad de verle presidiendo Navarra con apoyos tan vidriosos como los de Bildu puede tener algo que ver. Sillas vacías en la sala donde se celebró.

editor@elconfidencialdigital.com

 

Twitter: @JoseApezarena

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