¡Viva Torrente!

Me invitaron el otro día a dar una conferencia en la Escuela Familiar Agraria “Moratalaz”, en Manzanares (Ciudad Real), sobre los medios de comunicación y la juventud.

Con ese motivo, visité sus instalaciones, los talleres sobre mecánica de automóvil, pintura, chapa, electricidad… que me parecieron magníficos.

Y me sorprendió sobremanera el ambiente de los asistentes, sobre todo padres de los alumnos, que llenaban el pabellón de deportes, por la implicación con el centro que reflejaban.

Ese Escuela Familiar Agraria, financiada por la Obra Social de Caja Madrid, ahora Bankia, realiza una labor social y pedagógica de primera magnitud.

Pero no era ése el objeto de estas líneas. Durante la charla, se planteó el fenómeno de los programas de televisión dedicados al cotilleo, la llamada ‘telebasura’. Y expresé mi punto de vista de que el problema principal no son las cadenas que los emiten, ni sus directivos, sino los espectadores que sintonizan dichos espacios.

Concluí, en fin, que tales engendros existen porque hay muchos telespectadores que los siguen. Así de claro. Si no hubiera audiencia, y además muy numerosa, no existirían.

Así que la anomalía está en los ciudadanos, en los españoles. Por ello, cualquier posible cambio tendrá que pasar por educar gustos, comportamientos y hábitos del público.

He abordado esta cuestión hoy porque acaba de publicarse que “Torrente 4: lethal crisis” ha sido la película más taquillera de 2011. Y que esa cinta ha salvado las cuentas del cine español este año.

O sea que ¡viva Torrente! Muy lamentablemente.