José Apezarena

El abuelo de Pablo Iglesias

Publicó ayer ABC, en su influyente tercera página, un artículo titulado "El abuelo de Pablo", escrito por uno de sus columnistas más relevantes, Hermann Tertsch, pieza que ha provocado una elevada repercusión, mediática y política.

Habla de Manuel Iglesias Ramírez, abuelo de Pablo Iglesias, de quien el líder de Podemos ha dicho en ocasiones anteriores que "en buena medida" es responsable de su carrera política.

De hecho, en noviembre pasado Pablo Iglesias viajó a Villafranca de los Barros, en Extremadura, donde se encuentra la tumba, para rendir homenaje a su abuelo, al que ha calificado también como "un ejemplo de compromiso de alguien que se lo jugó todo por tener un país mejor".

En el panorama de las polémicas por la llamada memoria histórica, que trata de volver a escribir el relato de lo sucedido en torno a nuestra guerra civil; dado el carácter de antecedente y de modelo que representa para un personaje de la relevancia política de Pablo Iglesias; pero sobre todo por tan encontradas versiones sobre la vida e historia del abuelo, se entiende que la columna de Tertsch haya provocado amplio debate.

Pablo Iglesias definía a su abuelo Manuel como "un socialista humanista, en la línea de los Pablo Iglesias, Jaime Vera, Fernando de los Ríos, Besteiro y todos aquellos hombres trabajadores que desde Llaneza a Saborit, pasando por Trifón Gómez y Lucio Martínez, siguieron las normas éticas del PSOE". Y en su libro "Disputar la democracia" lo calificó de "demócrata español, socialista y creyente".

La versión del líder de Podemos es que fue condenado a muerte por haber presidido un tribunal militar en la República, conmutada por 30 años, de los que sólo cumplió cinco, tras lo cual logró un empleo en el Ministerio de Trabajo de José Antonio Girón de Velasco.

Tertsch replica que la condena no fue por su presencia en el tribunal militar, que firmó centenares de penas de muerte, sino "por participar en sacas, es decir, en la caza de civiles inocentes y desarmados en la retaguardia de Madrid".

En concreto, identificó y sacó de su casa para asesinarlos al marqués de San Fernando, Joaquín Dorado y Rodríguez de Campomanes, y a su cuñado, Pedro Ceballos. El marqués era paisano suyo, de Villafranca de los Barros.

El abuelo, que pudo dar carrera universitaria a sus seis hijos, fue autor de varios libros y también escribió poemas. Al final de una biografía suya, Manuel Iglesias afirmaba: "Ahora, se me nubla la vista cuando veo a tantos jóvenes y no jóvenes, arrogantes y en posesión de la verdad –«su verdad»– de ambiciones personales". Una consideración que quizá podría aplicar a su propio nieto.

 

Añadía que había vuelto a surgir el mito de Eróstrato, que incendió el templo de Diana para pasar a la historia. Y concluía: "En este momento de España, los advenedizos matan a su madre para salir en los periódicos y ser jefecillos de facciones. Hay mucho impudor y desvergüenza”. Lo escribió el abuelo de Pablo.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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