El director general que invita a comer de menú
Podría parecer un asunto menor, pero creo que no lo es. Y que vale la pena reseñar.
Resulta que hay un director general, es decir un alto cargo de este Gobierno, que, cuando convoca almuerzos de trabajo, a los que invita a colegas, a otros políticos, a periodistas…, se aplica al menú del restaurante. Él y sus acompañantes.
Con tranquilidad y frescura, plantea a los compañeros de mesa: “Nos acogemos al menú, ¿verdad?”. Y, por supuesto, siempre escucha una respuesta afirmativa.
Así que, en lugar de consultar la carta del establecimiento, y de que cada uno de los comensales vaya fijando los platos que desea tomar, estudian todos el menú y se someten a sus limitaciones.
La consecuencia, lógicamente, es que el coste de esos almuerzos queda muy lejos de lo que alcanzaría si la elección se realizara a partir de la carta.
Como digo, parece un asunto menor, hasta anecdótico, pero pienso que no lo es.
Este país ha vivido unos cuantos años al estilo de los nuevos ricos, incluyendo por supuesto a los altos cargos de la Administración, que han tirado de tarjeta y talonario con total alegría, cargando los gastos, por supuesto, al erario público.
Eso se ha terminado, al menos para algunos, y en concreto para ese director general. Y quizá para otros, a los que en ese caso no conozco.
Además, y dicho ya en tono de broma, tampoco se come tan mal de menú.
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