El espíritu franciscano de Rubalcaba

La llegada a la cabeza de la Iglesia de un Papa llamado Francisco, que ha tomado tal nombre precisamente en recuerdo y homenaje al gran santo de Asís, parece que ha puesto de moda el franciscanismo.

Eso parece que le está ocurriendo al secretario general del PSOE, con su nueva y aparatosa apuesta por los pobres, concretada en esa iniciativa de crear un fondo de mil millones de euros para paliar la pobreza.

No se trata de un arranque aislado, sino que por lo visto forma parte del nuevo aire que Alfredo Pérez Rubalcaba quiere dar a su partido.

Hace unos días, durante un acto en Lardero (La Rioja), el líder socialista proclamó que las conversaciones y discusiones internas del PSOE no pueden ser la prioridad, sino que el partido debe centrarse en defender a sus votantes y ayudar a la gente que sufre las consecuencias de la crisis económica.

“Nacimos para eso, para defender a esa gente que sólo nos tiene a nosotros en las instituciones”, afirmó. El partido tiende que organizarse mejor y debe discutir internamente tales cuestiones, pero ese no debe ser su principal objetivo.

La tarea prioritaria tiene que ser proteger a los ciudadanos que viernes tras viernes ven con cómo se recortan sus derechos. “Es dónde la gente nos quiere ver, trabajando con la gente que sufre. Eso es lo que nos piden”, concluyó.

Preocuparse por los que sufren, en lugar de centrarse en pelear por el poder (es decir, por el Gobierno), parece una iniciativa loable, en la línea de ese espíritu franciscano que ahora embarga a Rubalcaba. Lo que no sé es si podrá convencer a los demás dirigentes de su partido y a la militancia.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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