José Apezarena

El indulto del rey

Es una especie que ha circulado en algunos ámbitos, minoritarios, es cierto, pero con cierta repercusión. Me refiero a la teoría de que la abdicación de don Juan Carlos se articuló ‘para’ aprobar una supuesta ‘Ley de Punto Final’.

Según tales elucubraciones, el motivo ‘auténtico’ de la renuncia del rey estuvo en un pacto entre La Zarzuela, Rajoy y Rubalcaba dirigido a forzar un pretexto que pusiera fin a todas las investigaciones y condenas por corrupción.

Se apoyaría para ello en la tradición de que la coronación de un rey venga acompañada de una amnistía. Sería una Ley de Indulto que cerraría todos los grandes sumarios abiertos, o sea, los casos Gürtel, Bárcenas, Urdangarín-infanta Cristina, Blesa, Preferentes, Arena... pero también, aunque en esta ocasión como ‘adorno’, alcanzaría a los motivados por los incidentes callejeros del 22-M, las instruidos contra participantes en piquetes informativos, y hasta dejaría en libertad a la madre que quemó al violador de su hija.

La cobertura legal se apoyaría en un precedente, la Ley de Indulto de 1977, dictada con ocasión de la llegada de don Juan Carlos al trono.

Según esa teoría, con el indulto quedarían en la calle personajes del porte de Bárcenas, Fabra, Camps, Crespo, Matas, 'El Bigotes', el sindicalista Lanzas, Blesa, Magdalena Álvarez... y libres de problemas judiciales Chaves, Griñán, Aznar...

Algún líder político, como es el caso de Julio Anguita, llegó a aludir a esa supuesta 'Ley de Punto Final' nada más anunciarse la abdicación de don Juan Carlos.

La teoría no se sostiene, evidentemente. Pero, sin embargo, es buen reflejo de la acendrada afición que existe en España a idear teorías conspirativas, y de la tendencia de no pocos a creérselas por muy estrambóticas que puedan parecer.

 
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