José Apezarena

Del mástil de 17,14 metros al catalanismo mágico

Recomiendo la lectura del artículo que el sábado publicó en El País la escritora Laura Freixas, titulado "Cataluña y el pensamiento mágico". Apunta ahí análisis y argumentos de alta contundencia, presentados desde el sentido común. Y revela detalles aparentemente pequeños que sin embargo reflejan incoherencias y perplejidades que se esconden detrás del desafío independentista.

El resumen de su argumentación es que el independentismo promete el paraíso en la tierra sin ningún coste. O sea, Jauja en su mejor versión, digo yo.

Se centra en una película, 'L'endemà' ('El día siguiente'), que acaba de estrenarse, subvencionada por la Generalitat y TV-3, dirigida por Isona Passola, presidenta de la Academia Catalana de Cine. Consiste en entrevistas a personalidades que van describiendo cómo será, según ellos, la Cataluña independiente.

Algunas de las predicciones que formulan son: "Habrá más plazas en las guarderías", "Más inspectores fiscales", "Más jueces y mejor formados", "Seremos la California de Europa", nuestro presupuesto anual aumentará en "16.000 millones, o sea cuatro veces más de lo que hemos recortado"... Por cierto, que me enternece, por decir algo, esta otra afirmación: "El periodismo será más plural e independiente"...

Dan por supuesto que Cataluña permanecerá en la UE, que las pensiones no sólo se pagarán sino que subirán un 19%, que su deuda tendrá que pagarla España...

El resumen es, como afirma uno de los entrevistados: "Estaremos mejor, sin perder nada".

Concluye la autora que el independentismo ha optado por sustituir la razón por otra cosa: el pensamiento mágico, por jugar a fondo la carta de lo irracional, en detrimento del debate de ideas. Apuesta por prometer paraísos y azuzar emociones.

Freixas acusa, en concreto, a la Generalitat de recurrir sin vergüenza a la manipulación sentimental. Y pone unos cuantos ejemplos de iniciativas que viene protagonizando. Por citar sólo una, alude a la exposición 'Cinco sentències de mort', que evoca a los catalanes fusilados por Franco, olvidando -añade- que algunos de los mayores políticos (Cambó, Samaranch), escritores (Pla, D'Ors) y artistas (Dalí) fueron franquistas hasta la médula.

La guinda quizá del panorama crítico esbozado es el esfuerzo realizado para que el mástil de la senyera situada en el Born mida exactamente 17,14 metros, ni un centímetro más ni menos. En homenaje al año 1714. ¡Espectacular!

 

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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