José Apezarena

Un ministro electrocutado

El presidente de Iberdrola anunció ayer, desde Londres, que la compañía reducirá al mínimo sus inversiones en España para el trienio 2014-2016, que irán a parar a países como Reino Unido, Brasil, México y Estados Unidos, con legislaciones predecibles y estables. En total, 9.600 millones.

Sánchez Galán arremetió contra la política energética del Gobierno de Rajoy: “El regulador dice que sobran inversiones en redes y generación y, si el regulador dice eso, para qué lo vamos a hacer”.

“En estos momentos somos más británicos, estadounidenses y mexicanos que españoles”, remachó.

Según el presidente de Iberdrola, en España se han adoptado decisiones equivocadas a la hora de garantizar los tres ejes de cualquier política energética: seguridad de suministro, competitividad y sostenibilidad.

Se ha provocado una situación de sobrecapacidad, que está abocando al cierre de numerosas instalaciones eficientes y básicas. Se ha optado por fomentar las tecnologías más caras, como las solares, frente a las más baratas, como la nuclear, la hidráulica o la eólica. Y se ha impuesto la utilización de la tecnología térmica más contaminante, el carbón, dejando de lado las centrales de ciclo combinado. Por eso tenemos los precios 2,5 veces más caros que en Estados Unidos.

Es un episodio más, éste bastante sonado, del desorden que vive el sector eléctrico español, sin que, por el momento, aparezca nadie capaz de poner cordura y sentido común. Algunas cosas vienen de atrás, pero otras son cosecha reciente.

Al caos regulatorio y la supuesta reforma energética hay que sumar el penoso episodio de la subida de la electricidad anunciada para 2014, la intervención del Gobierno para impedirlo, las sospechas vertidas por el ministro Soria sobre las subastas, las idas y venidas sobre la apertura o no de la nuclear Garoña, el desconcierto con la nueva manera de fijar el recibo de la luz, la falta de contadores inteligentes...

Sin olvidar el famoso déficit de tarifa, de 24.000 millones, que no solamente no se enjuga sino que sigue aumentando. Y el evidente malestar en la población por todo esto.

En medio de este jaleo aparece la figura del titular de Industria, José Manuel Soria, hasta ahora incapaz de encontrar una solución. Ya se ha contado su reacción cuando, hablando de la reforma eléctrica, comentó: "¿La reforma? ¡Que la hagan los Nadal!". Aludía al número dos del ministerio, Alberto Nadal, y a su hermano Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de La Moncloa.

 

A este paso, el ministro va a acabar electrocutado. Políticamente hablando, por supuesto.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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