José Apezarena

Y qué pasa si la infanta Cristina queda desimputada

El auto del juez Castro, dado a conocer ayer, en el que, entre otras cosas, imputa a la infanta Cristina por delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales, ha vuelto a maravillar a unos cuantos. Y se puede comprender.

El magistrado realiza un relato que aporta pormenores más o menos llamativos en relación con el comportamiento del matrimonio Urdangarín, aunque sobre todo contiene valoraciones, adjetivos y hasta opiniones, que por eso mismo se salen de lo habitual en los escritos jurídicos de esa clase.

A pesar de esa presunta solidez y contundencia expositiva en el relato, no hay que olvidar que un auto con estilo literario semejante y aparentemente igual de fundamentado que el de ahora ya fue tumbado por la Audiencia de Palma. Habrá que ver qué ocurre ahora con este segundo documento.

Es claro que los comportamientos de la infanta Cristina y su marido, en relación con los hechos investigados, no son mínimamente admisibles. Como apuntó en su día el entonces jefe de la Casa del Rey, se trata de conductas “poco ejemplares”. Pero de ahí a que exista delito… puede haber un trecho.

No se trata aquí de defender a la duquesa de Palma, porque, insisto, los hechos relatados hablan por sí solos. Pero a la vez es cierto que, en relación con los dos delitos fiscales, la Agencia Tributaria dictaminó que no existieron. Y, sobre todo, no acusan los perjudicados, es decir, ni el Abogado del Estado ni la Fiscalía. Sin esa acusación, va a ser difícil mantener la imputación.

Respecto a la otra acusación, el blanqueo de capitales requiere que el que lo aplique conozca que los fondos tienen procedencia ilícita, y el juez Castro no ha demostrado que la infanta Cristina supiera exactamente cómo se habían obtenido y por tanto su carácter irregular.

Con esos antecedentes, pues, parece complicado que la Audiencia de Palma mantenga al final la imputación a la infanta.

Y ahora viene el problema. Supongamos que la Audiencia de Palma considera que no existe base suficiente para imputar a la hermana de Felipe VI. ¿Quién evitará que unos cuantos, o incluso muchos, digan que ha sido desimputada precisamente por ser la hermana del rey?

Si el auto del juez Castro quedara en nada, ya puede la instancia judicial balear fundamentar de manera exhaustiva esa decisión, argumentando en razonamientos jurídicos sólidos, que dará igual. Porque esos personajes y sectores interesados continuarán difundiendo la sospecha de que no ha habido igualdad de trato ante la ley.

 

Es un vericueto que no tiene salida fácil.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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