José Apezarena

¿Dónde están los políticos que salven España?

La encrucijada que sufre este país, con la posibilidad de que tengan que repetirse elecciones generales, coloca a España en una de las coyunturas políticas más delicadas y hasta peligrosas de los últimos decenios.

No tanto por el hecho de que haya que instalar otra vez las urnas y se tenga que votar de nuevo, sino porque una segunda convocatoria no parece que vaya a aclarar la situación. Los pronósticos de los sociólogos apuntan que la repetición provocará subidas de voto tanto para el Partido Popular como para Podemos pero, sin embargo, las nuevas mayorías que salgan no cambiarán el actual panorama: seguirá siendo inviable formar Gobierno si se mantienen las posturas, vetos y condicionantes que están llevando al actual fracaso.

Así que es la hora de los políticos. Siempre lo es, pero mucho más cuando las cosas se atascan y el país corre peligros.

Es el momento de unos políticos que merezcan tan digno nombre. Líderes que sepan y quieran sacar España del atolladero institucional por encima de sus egoístas intereses y visiones.

El bloqueo no se reduce a que tengamos un Gobierno en funciones, y que por tanto no puede ‘gobernar’, sino que tal coyuntura deriva en una nación sin rumbo porque se dejan de tomar decisiones trascendentes. Y, sobre todo, se ofrece hacia fuera la imagen de un país inmaduro, inestable, poco confiable, con riesgos sistémicos… circunstancias que, entre otras consecuencias, penalizan gravemente nuestra opciones de salir de la crisis económica.

Por poner solo un ejemplo, cualquier decisión de inversores internacionales y de empresas extranjeras ha quedado en el aire, a la espera de que se clarifique el horizonte interior. Con el actual panorama, y en el mejor de los casos, tal cambio se retrasará entre dos y tres meses. Y España no puede perder ese tiempo precioso. La repetición de elecciones generales no puede ser la solución.

Por cierto que días atrás publicó Le Monde un editorial sobre la situación en este país tras las elecciones con un titular expresivo: “España sin cabeza”. Así nos ven.

Alguien podría plantear que no cabe queja alguna, puesto que lo que sucede es consecuencia de la voluntad de los españoles. Sus votos han decidido la actual composición del Parlamento. Siendo cierto, no obstante dudo mucho de que la mayoría de los ciudadanos hubieran querido las negativas consecuencias que ha provocado el 20-D.

Es, pues, urgente afrontar la situación. En la historia de los países, de vez en cuando surgen personajes singulares capaces de empujarlos a la salvación, en ocasiones incluso al margen de la voluntad de una población obnubilada y ciega.

 

Necesitamos políticos dignos y valientes que se atrevan a encontrar una solución al momento que vivimos. Con los esfuerzos que hagan falta, con los sacrificios que sean necesarios.

Siempre recurrimos al recuerdo de la transición política, pero el precedente viene muy a cuento especialmente hoy. Las cosas resultaban mucho más difíciles, y los riesgos eran mayores, pero fueron capaces de salir adelante con éxito.

Hubo entonces unos españoles, de todos los ámbitos ideológicos, que lideraron el proceso, que se atrevieron a cambiar, que supieron ceder, que abandonaron privilegios, que olvidaron rencores… que eligieron mirar hacia delante y pensar solo en el país.

Y si el actual bloqueo requiriera en algún caso particular, o en más de uno, hacerse a un lado para dejar paso a otros sobre los que pivoten las soluciones necesarias, el sentido del patriotismo y la apuesta por el bien del país deberían constituir argumento suficiente para esa retirada. Otra cosa es que tengamos esas personas.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena


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