José Apezarena

Se ponen de moda las renuncias “en diferido”

Parece claro que en el PSOE nacional se muestran muy interesados en que Susana Díaz se vea ratificada como presidenta de Andalucía sin especiales problemas. Y también está por la labor Pedro Sánchez, por supuesto.

La demostración de esa voluntad es la rápida ‘salida’ que han dado a una de las más claras condiciones planteadas por los dos posibles socios de gobierno, es decir, Ciudadanos y Podemos, cuyos votos, de uno o del otro, serán imprescindibles para la investidura.

En efecto, y como si se hubieran puesto de acuerdo, o más bien se estuvieran imitando, ambas formaciones han condicionado cualquier apoyo a que tanto Manuel Chaves como José Antonio Griñán pierdan su condición de parlamentarios, diputado uno, senador el otro. Y la condición parecería que se ha cumplido.

Cierto es que, en realidad, los dos continúan como parlamentarios, porque hoy por hoy no se ha producido una entrega de sus respectivas actas. Han anunciado que no continuarán siéndolo. Griñán no optará a la nominación, una vez quede constituida la nueva Junta de Andalucía, y Chaves no figurará en las listas del PSOE para las próximas generales.

Asistimos, pues, a un “renuncia por entregas”. O más propiamente a una “renuncia en diferido”, parodiando a María Dolores de Cospedal. Por eso Ciudadanos ha solicitado que esa condición se firme por escrito.

Se cumple, aunque sea “en diferido”, el requisito mínimo exigido por Ciudadanos y por Podemos.

¿Por qué Pedro Sánchez ha movido los hilos hasta ‘convencer’ a los dos ex presidentes socialistas, garantizando así los votos con vistas a la reelección de su compañera? Porque le interesa, y mucho, que Susana Díaz se dedique de una vez por todas a Andalucía y le deje así el campo libre.

Existió en su momento la posibilidad de que ella diera un paso al frente en caso de un estrepitoso despeñe del PSOE en los comicios de mayo, pero ha rectificado y se ha dado cuenta de que tiene que gobernar. Al menos por un tiempo. Esa dedicación a Andalucía provocará que, en el corto plazo, Díaz ya no dispute al secretario general ni el liderazgo del partido ni la nominación como candidato a La Moncloa.

Así que, con esas renuncias, aunque sea como digo “en diferido”, Sánchez se ha asegurado que encabezará las listas del PSOE para las generales de finales de año. Y no es poco, tal como se la habían puesto las cosas hace pocos meses.

 

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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