José Apezarena

La verdad: los refugiados nos importan bastante poco

Javi Martínez, el español jugador del Bayern, acaba de protagonizar un magnífico gesto solidario, que muestra que tiene algo más que capacidad futbolista. Reunió ropa y material deportivo y acudió a una plaza de Múnich para entregárselo a refugiados sirios que llegaban del Este, sobre todo a niños.

Al mismo tiempo, numerosas poblaciones españolas se han puesto en marcha declarándose “ciudades de acogida”, para recibir a familias que escapan del terror y la muerte en su país, esos cientos de miles que se agolpan en Hungría tratando de entrar en la próspera Europa. No pocas familias han ofrecidos sus hogares para alojarlos. Es otra positiva manifestación de solidaridad.

Las portadas de los diarios, las aperturas de las televisiones, las páginas webs, se llenan estos días de imágenes escalofriantes sobre el éxodo masivo hacia Alemania, Austria… escenas que nos avergüenzan como europeos y como personas.

Y sin embargo, me temo que la realidad de fondo, lo que vive la ciudadanía de este país, se encuentra bastante lejos de los signos y arranques solidarios apuntados al principio. Me parece que el drama de los refugiados nos importa bastante poco.

¿En qué me apoyo para una afirmación tan rotunda, que en principio va contra todas las sensaciones y que tendría que poner colorados a los españoles? En dos datos bastante expresivos y fiables: las audiencias de las televisiones y el seguimiento en páginas digitales.

Puedo contar que en las cadenas de televisión tienen ya testado suficientemente que el drama de los refugiados no interesa a sus audiencias. Me refiero a los grandes números. Así, cuando un programa dedica minutos a ese tremendo problema, los espectadores se van a otra cadena. Como lo cuento. Son números que conocen bien los responsables de esas empresas.

Y lo mismo sucede en los medios digitales, donde resulta inmediata y totalmente válida la medición de las cifras de usuarios que entran en una web o leen una noticia concreta. La mayoría de los portales informativos han comprobado, con sorpresa y decepción, que las informaciones centradas en el drama de los refugiados sirios reciben pocas lecturas. Por debajo de la media del portal. O sea, no interesan a los lectores, que hoy son ya millones.

Así que una cosa son las apariencias y las impresiones, y otra la realidad, por sorprendente que resulte. Lo cual no desluce esos otros arranques de generosidad y de altruismo, que sin embargo, repito, no son mayoritarios.

La verdad hay que conocerla, y desvelarla, por amarga que nos parezca.

 

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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