Javier Fumero

Aznar se corta la melena

Muchos recordarán aquella filtración internacional de datos reservados sobre líderes mundiales que salió a la luz hace algunos años. En esa fuga de información aparecía José María Aznar.

Stratfor Global Intelligence es una empresa privada de seguridad, que trabaja para servicios de inteligencia, ministerios de Exteriores, embajadas y multinacionales. Fue hackeada en 2012 por los chicos de Anonymus y en la operación se divulgaron más de cinco millones de correos electrónicos de esta compañía de Texas, fechados entre julio de 2004 y diciembre de 2011.

En esos mensajes los espías hablaban con displicencia del ex presidente español. Había referencias a sus análisis sobre el terrorismo yihadista, ETA, el País Vasco y Cataluña.

La directora de Inteligencia Geopolítica, Reva Bhalla, lo calificaba de “ultra”, “radical” y “extremista” en uno de estos escritos. Y hasta se burlaba de “sus maravillosos mechones”: “¡Por lo sedoso y brillante! Podría preguntarle qué champú utiliza”.

Así de extremoso (y frívolo) veían los espías americanos a José María Aznar. ¿Qué dirán ahora cuando acaba de anunciar que abandona la presidencia de honor del PP? Se han quedado sin calificativos.

¿ Aznar pretende crear una formación de ultraderecha? ¿Se dispone a alimentar el caladero de votos que, a su juicio, está dejando libre Rajoy a su derecha? ¿Le disputará el voto al PP?

No lo parece porque Aznar, de momento, sigue como militante. En cualquier caso, podemos decir que se ha cortado la melena. Ha cruzado el Rubicón. Ha consumado el divorcio. A partir de ahora, continúa solo. No es que antes estuviera muy acompañado, que no. Pero desde este instante las cosas van a ser distintas.

¿Qué ha sucedido? ¿Por qué se marcha? La relación de Aznar con Rajoy es pésima. No lo soporta porque lo considera un desleal. No entendió, sobre todo, la reacción de su delfín cuando estallaron los casos de corrupción: Gürtel, Bárcenas, Correa, Sepúlveda, Caja Madrid, los sobres del PP valenciano...

En ese momento, Rajoy fue muy claro: esos escándalos no son míos, “vienen de la etapa de José María Aznar”. Obviando que él fue vicepresidente y vicesecretario del partido con el ‘aznarismo’, estableció una barrera de contención para evitar que esos casos le salpicaran. Y se puede decir que lo ha logrado.

 

El daño colateral de esta estrategia es este: Aznar. Pero por lo que dicen en Génova, poco le importa al PP actual este efecto secundario. Hace tiempo que descubrió –y así lo admiten en privado- que Aznar ya no les da votos. Consideran que el votante popular es ahora otro y demanda otro tipo de discurso.

Más en twitter: @javierfumero

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato