Caso real: más políticos que inquilinos en una entrega de viviendas

Era un acto para inaugurar una promoción de viviendas en una localidad cercana a Madrid. Era un día de fiesta para la población: señal de prosperidad, más viviendas disponibles, urbanización de un solar, entrega de llaves... La sorpresa llegó cuando hizo acto de presencia el cortejo municipal.

Me cuenta un testigo que el desembarco fue de impresión. La fila de coches oficiales parecía no tener fin. Y qué despliegue: damas de largo, señores trajeados, gafas oscuras, vehículos de alta gama con cristales tintados, sus correspondientes conductores de uniforme, asesores, escoltas, responsables de protocolo...

El murmullo se fue convirtiendo en un clamor. La gente no daba crédito.

¡Había casi más jefes que indios! Más políticos que ciudadanos. Allí, plantados. Para aparecer en la foto por la inauguración de unas casas que van a pagar (hasta el fin de sus días) los hombres de la calle... sin traje, sin chófer, sin vehículo oficial, ni escolta.

Hubo algún abucheo, imprecaciones aisladas, porque tampoco la gente se atreve, no sea que te pillen la matrícula.

Mi amigo salió consumido por la rabia y la indignación. Ahora va contando el bochorno que sufrió hace unos días por unos políticos que se te juntan para la foto (gastando de la cosa pública que pagamos todos) pero desaparecen cuando te desahucian.

Más en twitter: @javierfumero

 
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