Javier Fumero

Esta España un poquito montaraz

Es muy interesante constatar las reacciones que ha generado la decisión del Partido Popular de invitar a su Congreso Nacional a líderes de organismos, plataformas o instituciones nada afines. En ciertos ambientes ha provocado perplejidad y hasta indignación.

La dirección nacional del PP ha invitado, por ejemplo, al presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández. Ha hecho lo mismo con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con Coalición Canaria, Foro Asturias, UPN, el PAR...  Y así hasta 200 entidades.

Aparecen desde el colectivo de gays y lesbianas hasta representantes de UGT, CCOO o la iglesia evangélica. También asociaciones de jueces, la CEOE, la Conferencia Episcopal, Cruz Roja, la principal plataforma sobre discapacidad… No es la primera vez que lo hacen pero esta vez ha llamado más la atención.

Como digo, algunos se han sorprendido y otros se han enfadado. Quizás porque somos un país un poquito montaraz.

Quien haya vivido en Italia, por ejemplo, habrá podido ver muchas veces lo que aquí escandaliza. En la primera fila de butacas del recinto donde el principal partido de la derecha celebraba la clausura de su Congreso Nacional aparecían sentados los sindicalistas más importantes y representantes de la izquierda política. Y viceversa.

En otros países se vive este ‘fair play’ con naturalidad, sin apasionamientos cerriles. Uno no renuncia a sus principios por estrechar la mano al rival. Nadie debilita su posición por admitir que el otro a veces tiene razón. La educación no está reñida con la lealtad.

Aquí no. Aquí somos más… tajantes. Hay quien llama tibieza al diálogo, meapilas al que no arrea mandobles, maricomplejines al que prefiere buscar puentes.

Es otra forma de ver la vida. A mi modo de ver, más obtusa.

Más en twitter: @javierfumero

 
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