Javier Fumero

Tu Gobierno utiliza cebos para pececitos

Todavía recuerdo aquellas confidencias compartidas con asesores fiscales de Madrid hace cinco años. Trabajaban para financieros y empresarios que mostraban interés en la amnistía fiscal de Montoro. Algunos insistían mosqueados: “No nos fiamos de este señor. Montoro asegura el anonimato pero nos puede dejar tirados; yo estoy desaconsejando acudir al perdón”.

Me parecía una exageración y algo un tanto injusto con el ministro de Hacienda. Por aquel entonces, Cristóbal Montoro insistía en que se trataba de ser comprensivos, de entender que hubiera personas que hubieran actuado mal y que debían recibir una segunda oportunidad. Con tal de ingresar, que España estaba en la ruina, se podía ser magnánimos. Quien admitiera su culpa, obtendría beneficios.

Pues va a ser que no. Aquellos confidentes tenían razón, acertaron en su diagnóstico (salvando a importantes asesorados) y yo no.

El ministro Montoro acudió este miércoles a la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados y admitió que la amnistía fiscal de 2012 fue una trampa, un engaño urdido desde el Gobierno con premeditación y alevosía.

El plan de la llamada Declaración Tributaria Especial permitía aflorar dinero en el exterior sin apenas recargos. Montoro dijo que se trataba únicamente de un plan para mejorar la recaudación. Pero el miércoles añadió:

-- “Había que echar un cebo suficientemente atractivo para que los pececitos no se fueran a otro sitio y o se quedaran donde estaban, en el fondo del mar”.

Un cebo. La amnistía fue un timo, una treta. Un ardid para confundir a los defraudadores, que salieran de sus madrigueras y tenerles desde ese momento agarrados por el pescuezo.

No fue lo que se dijo inicialmente. Y esto es muy grave. No lo digo por los defraudadores (en la pena llevan la penitencia) sino por el Ejecutivo.

¿Nos podemos fiar a partir de ahora de este Gobierno? ¿No ha quedado dañada la credibilidad de todos sus miembros? ¿En qué otras cosas no están siendo claros nuestros gobernantes con todos los españoles? ¿Hay más cebos entre las iniciativas gubernamentales? ¿Hay más disposiciones que no son lo que parecen?

Y lo que es más grave: ¿No están justificados ahora los ciudadanos para que –siguiendo el ejemplo del Ejecutivo- no sean claros, utilicen tretas y jueguen (también ellos) al despiste en este caso frente a la autoridad: jueces, policía, inspectores…?

 

Insisto. Creo que lo que afirmó este miércoles Cristóbal Montoro es gravísimo. El gobierno chapoteando con la postverdad.

Más en twitter: @javierfumero

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