Javier Fumero

Operación “salvar al Grupo Prisa”

El Grupo Prisa ha decidido relevar a Javier Moreno como director de El País. Tercer timonel que se ve obligado a abandonar un periódico nacional en pocos meses. Primero fue La Vanguardia. Después, El Mundo. Y ahora El País, donde aterriza Antonio Caño decidido a dar un giro (parece que también ideológico) a la cabecera.

Veremos qué sucede. Internamente hay un grandísimo interés en desmentir que haya sido una decisión ‘política’, la respuesta a una orden dictada desde Moncloa que habría solicitado una cabeza en bandeja.

No. Se habla de un conjunto de factores que justificarían, por sí mismo, esta medida: a) preocupante desplome en las ventas; b) pérdida de pulso informativo y exclusivas relevantes; c) periódico plano y sin garra... y d) aquel error de bulto cuando se publicó en portada una foto falsa de Hugo Chávez moribundo: un ridículo internacional impropio de una cabecera solvente.

Sin embargo, El País arrastra en estos momentos un lastre. Como se contó este martes en estas páginas, Rajoy y Soraya han logrado un cierto grado de inmunidad a las críticas periodísticas a cambio de “salvar al Grupo Prisa”.

Uno se puede emplear en El País contra el PP, contra Aznar, contra Génova, contra María Dolores de Cospedal, contra la trama Gürtel o el ex tesorero Luis Bárcenas. Pero sin hacer sangre (ojo a las portadas) y sin salpicar al Gobierno. España va bien. En Ceuta no se atropella a los inmigrantes. Y así sucesivamente.

A cambio, Moncloa lleva meses engrasando las cosas para evitar la quiebra del Grupo Prisa. Se ha lubricado la reestructuración de su deuda bancaria neta (unos 3.000 millones de euros) y se apadrina la venta de Digital +... a Telefónica o a quién sea. Ahora acaba de irrumpir por sorpresa la tasa Google. Todo, menos dejarlos caer.

Hay otro motivo relevante, apuntado por altas instancias gubernamentales y citado meses atrás en este mismo espacio, que explica este movimiento del Gobierno: a juicio de Rajoy y Soraya, el diario El País es parte de la ‘marca España’.

Se trata de un periódico de izquierdas, serio, solvente y con gran reputación internacional, advierten. No sería bueno para nadie, pero sobre todo para la economía española –explican desde Moncloa-, el cierre de un buque insignia de este calibre. El mensaje a los mercados sería tremendo: la crisis española es de tal magnitud que no aguanta ni este trasatlántico periodístico con intereses en todo el mundo.

Por eso, el Gobierno ha tomado la decisión de salvar a Prisa y lo afronta como una cuestión de Estado.

 

Más en twitter: @javierfumero

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