Javier Fumero

Palomitas de maíz para el Juego de Tronos del PSOE

Se van a terminar haciendo daño. Ya lo verán. Me refiero, como es lógico, a la que tiene montada el PSOE. Creo que no es una exageración afirmar que nos encontramos ante una de las mayores crisis internas que ha vivido un partido político desde que llegó la democracia a nuestro país. Es inaudito prácticamente todo.

En primer lugar, las formas. Es sorprendente asistir a un golpe de estado, a plena luz del día, contra el secretario general del segundo partido más votado del país.

En segundo lugar, la virulencia. Es asombroso constatar el tono que están empleando estos días ex presidentes y cargos orgánicos socialistas para arremeter contra Pedro Sánchez.

Felipe González ha llegado a desvelar una conversación privada para confesar que se siente engañado por el secretario general. Le dijo una cosa e hizo otra. Tremendo.

Hasta Zapatero anuncia, por primera vez desde que abandonó Moncloa, que baja a la arena. Está dispuesto a acudir al Comité Federal del sábado para dejar claro su total rechazo a la convocatoria de un congreso que ahora no toca.

En tercer lugar, la consecuencia final de todo esto: Mariano Rajoy ha salido del foco. Es más, algunos movimientos protagonizados por los socialistas en las últimas horas parecen confirmar que Rajoy está más cerca ahora de permanecer en La Moncloa.

De hecho, cuando en la tarde de ayer preguntabas a dirigentes del PSOE implicados en esta asonada sobre esta posibilidad, su respuesta era clara: ahora no se está dirimiendo el futuro de Rajoy; ahora está en juego la pervivencia del propio Partido Socialista que Pedro Sánchez ha puesto en riesgo.

De ahí mi titular, que alude al tuit genial que se le escapó hace unos días al comunity manager del Partido Popular. Una caja llena de palomitas de maíz encabezando el demoledor comentario de Eduardo Madina: “Hundimiento electoral inmenso. Deben asumir sus responsabilidades y el PSOE cambiar el rumbo. Un Congreso ahora nos lleva a otras elecciones”.

Así está el PP, así está Rajoy, aunque ellos no lo puedan confesar: disfrutando, repantigados en un sillón, del espectáculo que ofrece el último episodio de este Juego de Tronos del PSOE, con violentas luchas dinásticas entre varias familias nobles por el control del Trono de Hierro de la secretaría general.

 

Todo aquí es ganancia para el Partido Popular. Porque en las últimas horas el Partido Socialista ha estado consumiendo la exigua bolsa de votos que mantenía hasta ahora. Con la guerra abierta esta semana, unas terceras elecciones confirmarían prácticamente una mayoría absoluta de los ‘populares’.

Más en twitter: @javierfumero

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