Javier Fumero

Soraya levanta la voz

A medida que se acerca la fase decisiva de esta legislatura para el Partido Popular crece el ruido de sables. Margallo, Cospedal y Soraya están protagonizando un guirigay que amenaza con provocar fuegos artificiales de todos los colores en el momento más inoportuno para la formación.

Buscando en mis archivos, encontré hace unos días el perfil que hizo un periodista de la Agencia EFE de Soraya Sáenz de Santamaría para el día de su ‘puesta de largo política’: cuando Mariano Rajoy la eligió como nueva portavoz del PP en el Congreso de los Diputados.

Corría el año 2008 y esto fue lo que se destacaba entonces de esta mujer, hasta entonces todavía poco conocida:

-- Sáenz de Santamaría se hizo un nombre entre los parlamentarios en la negociación del Estatuto de Cataluña. El PP se había ‘escorado’ desde el inicio del debate y ella recondujo la posición del partido hasta llevarla por buen camino. Acabó con las suspicacias y se granjeó las simpatías de sus rivales. El dirigente de ERC Joan Ridao, en sus antípodas políticas, hablaba maravillas de ella. Al igual que Ramón Jáuregui, que fue después secretario general del grupo socialista en el Congreso.

-- Tiene carácter, le molesta el machismo y si algo la incordia, levanta la voz. No es muy alta, pero en una mesa, cuando toca negociar, no siente ningún complejo.

-- Tras el de Cataluña, y antes el de la Comunidad Valenciana, vinieron los nuevos estatutos de Andalucía, Baleares, Aragón y Castilla y León, y en todas las negociaciones estuvo presente Soraya Sáenz de Santamaría, acompañada por abultadas carpetas repletas de documentos. Tras las reuniones hablaba con los periodistas y no perdía la sonrisa ni el tiempo para soltar algún chascarrillo sobre la larga paciencia de su pareja, que apenas la veía por casa.

-- Por su carácter, era de las favoritas entre los periodistas; nunca ha contestado con un mal gesto; si está ocupada lo dice con educación, y por ello, pero por encima de todo por su capacidad de trabajo, fue “Diputada Revelación” en 2005, en la gala de entrega de premio de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP). 

-- Casada por lo civil en Brasil, a Sáenz de Santamaría no le agradan mucho las estridencias y prefiere el trabajo perseverante, pero invisible. Pero su lealtad a Rajoy está por encima de todo eso. Por eso, cuando el ‘jefe’ decidió que fuera portavoz del partido en el Congreso obedeció sin rechistar.

Es curioso leer este colorista perfil siete años después, una vez instalada en la vicepresidencia del Gobierno y en pleno juego de tronos que decidirá el futuro del Partido Popular.

 

Su fidelidad al presidente del Gobierno está fuera de toda duda: nunca moverá un dedo en su contra, jamás. Pero Soraya ha crecido, ha evolucionado políticamente hasta forjar un talante capaz de alzar la voz sin complejos cuando lo estima oportuno. Y eso se está notando: todavía se escuchan los temblores.

Más en twitter: @javierfumero

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