Javier Fumero

Venga y dale con el franquismo

Un abogado presenta este miércoles una denuncia contra 38 alcaldes españoles por un supuesto delito de desobediencia. Exige la retirada de símbolos franquistas y acusa a los ediles de insubordinación por incumplir la ley de la memoria histórica aprobada en el año 2007.

Su primera cita es en los juzgados de Plaza de Castilla, de Madrid, para demandar a Ana Botella. La capital de España –recuerda el denunciante- recoge hasta 12 elementos con simbología franquista sin eliminar, entre los que destaca el ‘Arco de la Victoria’, en el distrito de Moncloa.

Pero el elenco de símbolos que se aportan a la demanda es enorme. Incluye escudos, placas, inscripciones, azulejos, monumentos... en localidades de Huelva, Zaragoza, Vigo, Córdoba o Salamanca. Puede consultarlo aquí.

No entiendo nada.

Con la que está cayendo vamos a jugar a los agravios: con el paro por las nubes, con la ausencia de dinero para la dependencia, con las urgencias colapsadas por falta de médicos, con un millón y medio de hogares con todos sus miembros en paro, con casos de desahucios vergonzantes por impago y hasta con los juzgados obligados a cursar citaciones para 2017 por excesiva litigiosidad.

Iniciativas como esta explican quizás lo que sucedió hace unos años en este país. El Gobierno Zapatero centró sus principales esfuerzos en batallas ideológicas de este tenor y acabó descuidando lo principal: las cuentas públicas, la gestión del dinero de todos los españoles.

En cualquier caso, agota comprobar cómo algunos siguen empeñados en su particular raca, raca con el franquismo y Franco. Insisto: ¡con la que está cayendo!

A buena parte de los españoles este tema comienza a resultarle cansino y agotador.

Personalmente, tuve un abuelo en cada bando durante la guerra civil española. Por lo que ese enfrentamiento dejó dolor en la familia... pero así, en general. Crecí al margen de consignas familiares. Hubo agraviados y ofendidos bajo las dos banderas. La contienda fue un periodo vergonzante y el franquismo tampoco se mostró un digno vencedor.

 

Por eso siempre me pareció ejemplar el empeño que pusieron los grandes políticos de la transición por pasar página. Por no ajustar cuentas con nadie porque todos tendrán, sin duda, algo que reclamar legítimamente.

Esta es la razón por la que nunca vi prudente esa Ley de la memoria histórica diseñada para contentar a un solo bando. No me parece digno de un político jugar con los muertos, esa actitud de ajustar cuentas desde el poder.

Si encima padecemos una crisis económica y social como la que estamos viviendo, como para ponerse ahora a desviar más dinero de la Sanidad o la Educación a desmontar plaquitas.

Más en twitter: @javierfumero

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