Los admiradores de Franco
El ex presidente cubano Fidel Castro ha abandonado su proverbial mutismo, en el que lleva sumido desde que diera un paso atrás al frente del país, para hablar de España.
Ha manifestado que en nuestro país gobiernan actualmente “los admiradores de Franco”. A su juicio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, forma parte de la "derecha fascista", junto a Aznar es un simple “servidor” de Estados Unidos.
Fidel se ha pronunciado así en su habitual columna ‘Reflexiones del compañero Fidel’ publicada en el diario Granma, en la que, además de arremeter contra Estados Unidos, ha criticado la reacción que desde el Gobierno español hubo respecto a la muerte del disidente Wilman Villar tras 50 días de huelga de hambre. Según el ex presidente, era un delincuente común.
Hay que ser cansino.
Esto ya empieza a ser una pesadez.
El otro día una asociación anunció, a bombo y platillo, la creación de una “comuna” constituida por hombres y mujeres que habrían sufrido la represión franquista (detenciones, torturas, cárcel, exilio…).
Es legítimo, claro, pero no hay que olvidar que estamos hablando de personas que deben tener ahora unos ochenta años: aluden a hechos acaecidos al poco de terminar la guerra, en el año 40.
Lo que quiero decir es que va llegando la hora de recordar que toda España, los dos bandos, la derecha y la izquierda, los de arriba y los de abajo, hizo tiempo atrás un gran esfuerzo para cerrar heridas, olvidar venganzas y mirar al futuro.
Costó un enorme sacrificio, cuentan quienes lo vivieron. Supuso un alarde de generosidad colectiva, por parte de todos. Fue un ejemplo para muchos países, realmente impresionados por tal amplitud de miras.
Ahora, no. En pleno siglo XXI aquí estamos, erre que erre, volviendo sobre lo mismo. Politizando a los muertos. Con alusiones torticeras y propuestas revisionistas.
Déjenlo estar, don Fidel y compañía.
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