Javier Fumero

Los que alimentan la mezquindad de la CUP

Ya lo dije hace unos meses. “El que con la CUP se acuesta, meado se levanta”. Aludía al bochorno que deben soportar, día sí y día no, los chicos de la antigua Convergencia y sus socios de Esquerra en Cataluña por el socio de Gobierno que tienen.

Ambas formaciones se han aliado con un grupo que no esconde sus principios: son antisistemas, radicales, extremistas, buscan la destrucción del Estado tal y como está convencido ahora, la anarquía como sistema de vida, y para ello han entrado en el parlamento catalán. Con ese único objetivo trabajan, hacen política y aceptan las reglas de la democracia.

A mí me parece muy bien. Es fantástico que estén dentro del parlamento. Mejor dentro que fuera, quemando contenedores. No. Que se expresen, que opinen, que propongan… y que las urnas decidan después qué respaldo ciudadano tienen sus propuestas.

Lo que me cuesta mucho más entender es que haya partidos más sensatos, razonables y demócratas les hayan dado más poder del que estrictamente se deriva de sus votos. La CUP goza de un poder inmenso desde que se convirtieron en el decisivo partido bisagra para la independencia.

Insisto: también esto es legítimo, que para eso están los pactos y las alianzas parlamentarias. Pero me pregunto si ERC y el PdeCat no van a pagar en las urnas el oxígeno otorgado a estos muchachos que, en pleno drama nacional por un brutal atentado en suelo español, no entienden ni de humanidad ni de cortesía.

Renuncian a acudir el próximo sábado a la manifestación de repulsa al terrorismo en Barcelona. Para ellos es intolerable que acuda el Rey y representantes del Gobierno de España. A otros lo que nos deja perplejos es que siga habiendo quienes alimenten esta mezquindad.

Más en twitter: @javierfumero

 
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