Javier Fumero

Ocho apellidos catalanes

Los españoles tienen ganas de reírse y menos prejuicios de lo que uno pudiera pensar. El último éxito cinematográfico español se titula ‘Ocho apellidos vascos’ y trata del País Vasco, de ETA, de la kale borroka y de lo eskaldún.

Se trata de un fenómeno curioso. El segundo fin de semana después de su estreno la película recaudó un 52% más que en el primero. Es decir, que funcionó el ‘boca-oreja’, la recomendación doméstica del amigo, del colega, del padre, del vecino. Síntoma innegable de su pegada al margen de las críticas oficiales.

Han pasado ya por el cine a verla más de dos millones de espectadores y va camino de un hito: los 25 millones de euros de recaudación. Todo esto, en medio de una presunta crisis del sector cinematográfico nacional. ¿No será que falta de talento?

Pero lo que está sucediendo con esta película demuestra otra cosa: necesitamos desdramatizar un poco más la vida política española. Nos tomamos demasiado en serio. Debemos afrontar los problemas sin tomarnos las diferencias, las cosas que nos separan, como algo personal.

La ikastola, el RH negativo, la pureza de la raza, el independentismo. Quién nos iba a decir, hace pocos años, que llegaría un momento en el que podríamos echarnos unas risas aludiendo a estas cuestiones. Pues va a ser que sí.

Ahí tenemos ahora la cuestión catalana, enquistada como nunca. Ni para adelante, ni para atrás. Pasan los meses y las posturas permanecen enrocadas. Cede tú. No, cede tú. Y así, de terquedad en terquedad, la situación se va complicando más y más.

Algunos comentaristas de este blog aseguran –quizás no sin razón- que yo no logro entender lo que pasa realmente en Cataluña. Que desde Madrid es más difícil comprender lo que está sucediendo allí. Puede ser.

Sigo pensando que falta mucha mano izquierda para llevar este asunto. Que Artur Mas ha perdido la cabeza es una obviedad. Pero ha faltado tacto y perspectiva para afrontar este asunto desde la capital.

Sea de ello lo que fuere, lo que más deseo en estos momentos es que llegue un día en que nos podamos echar unas risas hablando de este asunto. Ya estamos tardando en producir la próxima: ‘Ocho apellidos catalanes’.

 

Más en twitter: @javierfumero

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