“Nos conviene que haya tensión”
Muchos lo recordarán. Sucedió en febrero de 2008, a un mes de las elecciones generales. Zapatero acudió al plató de Cuatro para una entrevista en el informativo que entonces dirigía y presentaba el periodista Iñaki Gabilondo.
Aquella noche, la cadena distribuyó al resto de televisiones unas imágenes de recurso, informales, en las que los protagonistas charlaban tras su intervención de forma distendida… sin darse cuenta de que los micrófonos recogían la conversación privada.
Lo que allí se dijo fue, más o menos, lo siguiente:
Iñaki Gabilondo: “¿Qué sondeos tenéis?”.
Zapatero: “¡Bieeeen! Nada. Bien...”.
IG: “Sin problemas ¿no?
ZP: “...lo que pasa es que yo creo que nos conviene que haya tensión...”.
IG: “Os conviene muchísimo...”
ZP: “… Yo voy a empezar a partir de este fin de semana a dramatizar un poco. Pero nos conviene mucho. Si no la gente... bueno...”.
Tensión.
El suceso me ha venido a la cabeza al constatar que el acoso a los dirigentes del Partido Popular va en aumento.
Mariano Rajoy lleva meses preocupado por si algo así cuajaba en la sociedad española. Lo contamos en estas páginas: allá por el mes de febrero comenzó a preguntar personalmente a destacadas figuras del país cómo debía afrontar un “estallido social”.
Así lo llama. Estallido social. Y lo ha vivido bien cerca, en el mismísimo Palacio de La Moncloa. Hace dos meses, una desahuciada se saltó el control del recinto y, bastante alterada, pidió hablar con el presidente. Tuvo que ser reducida, esposada y sedada con un calmante. Tremendo.
A lo que iba. Lo dije hace unos días y vuelvo a ello porque me parece bastante relevante. Que nadie utilice el sufrimiento de los ciudadanos para sus intereses políticos. Ni aquellos a los que les convendría que hubiera ahora un poco más de tensión.
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