El proceso independentista ya ha costado vidas
Vamos a ver cómo les explicamos ahora a las familias de las víctimas de los atentados en Barcelona y Cambrils que una de las rendijas por las que se colaron los terroristas ha sido el proceso independentista que Cataluña lleva años impulsando.
No es una exageración. Ya hay pruebas que lo confirman.
Este jueves se ha sabido que Bélgica alertó a los Mossos sobre la radicalización del imán de Ripoll, el cerebro de los atentados de la semana pasada. El aviso llegó directamente al número dos de la unidad de información autonómica, que no compartió ese dato –como debió hacer- con la Policía, la Guardia Civil o el Centro Nacional de Inteligencia.
¿Por qué no lo hizo? Por varios motivos.
Por un lado, Interior lleva años haciendo oídos sordos a la petición de los Mossos de entrar en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) o su equivalente hasta su creación. Allí se reúnen semanalmente Policía Nacional, Guardia Civil y CNI. Pero hasta este verano, el Gobierno no había autorizado la integración de la Ertzaintza y los Mossos.
La policía autonómica catalana lleva tiempo reclamando también acceder a las bases de datos internacionales, como Europol. El Ministerio del Interior explica que esto no es posible porque ese acceso debe centralizarse desde Madrid. Es para fuerzas de seguridad nacionales. Acaba de saltarse este veto con la Ertaintza.
Pero hay otro dato importante. Cataluña lleva meses sin compartir información antiterrorista con Interior y CNI. ¿A qué se debe este ‘apagón’? La Generalitat está empeñada en crear un servicio de inteligencia propio, al margen del Estado español. Si usted quiere conocer todos los detalles de este proyecto debe leer la noticia que publicó El Confidencial Digital hace tres años.
Ahí se ofrecen algunas pistas muy relevantes, como los contactos de los Mossos con los espías franceses y alemanes, buscando un acuerdo bilateral. O las gestiones para coordinar esfuerzos con el Mossad, también infructuosas. Esto explica el celo de la policía autonómica con las fuerzas y cuerpos de seguridad ‘del estado español’. A ellos, ni agua.
De aquellos polvos, estos lodos. Por lo dicho creo que no es una frivolidad afirmar que el proceso independentista –por culpa de unos y otros- ha provocado la descoordinación suficiente que ha permitido este ataque contra víctimas inocentes.
Es una vergüenza.
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