Javier Fumero

Nos vamos a hacer daño en Gibraltar

Algunos lo consideran un asunto menor, de poca entidad, prácticamente anecdótico. Visto lo que sucede con Cataluña, en Ceuta y Melilla y lo que nos viene encima con el País Vasco pudiera parecer que lo es. Pero me temo que nos vamos a terminar haciendo daño en Gibraltar.

Este jueves, un guardia civil terminó herido con contusiones y un fuerte golpe en el costado tras un incidente entre los agentes del Servicio Marítimo y los integrantes de la Royal Police de Gibraltar en aguas de la bahía de Algeciras.

Según desveló ayer El Mundo, todo comenzó cuando la patrullera española Sierra 3 detectó que varios barcos de recreo se encontraban en una zona conocida como "boquete de poniente", que la colonia se atribuye como aguas propias.

La Guardia Civil identificó a tres tripulantes que intentaban ocultar 300 cajetillas de tabaco ilícito, procedente de Gibraltar. Y detuvo a los presuntos delincuentes. Entonces, una patrullera de la Royal Police Gibraltar (RPCG) embistió a la embarcación cuando se dirigía a puerto tripulada por el agente que terminó contusionado.

Pero lo más grave es el trasfondo de este conflicto.

Gibraltar acaba de avisar a Londres, por medio de uno de los miembros de la comisión parlamentaria ‘All Party Parliamentary Gibraltar Group’, que el gobierno del Peñón va a poner en marcha un nuevo plan de respuesta ante las “invasiones de aguas soberanas”.

Su intención es “asaltar” cualquier embarcación española, del tipo que sea –civil o militar-, que entre sin permiso en lo que consideran su territorio. Lo justifican alegando que, durante uno de los últimos incidentes, uno de los buques españoles implicados mintió sobre el nombre de la embarcación. Se hace necesario, por tanto –advierten-, abordarlos para comprobar su identidad.

El gobierno del Gibraltar ha solicitado también la permanencia estable de varios buques de la Royal Navy en el puerto del Peñón, más allá de las visitas esporádicas de fragatas, cazaminas y submarinos nucleares británicos. Para aclararnos: están pidiendo refuerzos porque la situación se va a caldear, sin lugar a dudas.

Mientras tantos, los gobiernos intentan calmar los ánimos. El último mensaje que ha recibido Mariano Rajoy desde el Reino Unido sobre este contencioso es bastante singular: al ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, “hay que tomarle en serio lo justo”. Es lo que ha trasmitido David Cameron a España.

 

Por otro lado, como ya se ha contado, Soraya Sáenz de Santamaría y el vicepresidente británico Nick Clegg (cuya esposa es vallisoletana, como su homóloga española) mantienen una interlocución fluida. También sobre este asunto.

Sin embargo, vista la actitud cerril de algunos en el Peñón, mucho me temo que alguien va a terminar haciéndose daño. Más pronto que tarde. Tiempo al tiempo.

Más en twitter: @javierfumero


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