El encuentro entre Bush y los Reyes de España había sido programado meses antes de las elecciones norteamericanas

Mucho se ha hablado, en clave política, de la invitación cursada por Bush a los reyes de España con motivo del periplo norteamericano de los monarcas. Según ha sabido ECD de fuentes cercanas a Zarzuela, la reunión entre Jefes de Estado había sido programada antes de conocerse los resultados de las elecciones en Estados Unidos, por lo que los Reyes, aun habiendo ganado Kerry, se hubiesen encontrado con George Bush.

El almuerzo se celebrará el día 24 de este mes, previsiblemente en el rancho tejano de Crawford, residencia vacacional del presidente Bush y a la vez, lugar donde recibe a sus visitas de mayor confianza. En este mismo enclave han fortalecido su amistad el presidente Bush y el ex-presidente Aznar y, como dato elocuente, puede citarse que ni el primer ministro alemán, Gerhard Schroeder, ni el jefe de Estado francés, Jacques Chirac, pertenecen al selecto círculo de mandatarios especialmente agasajados por Bush con una visita al rancho.

En un momento de cierta tensión bilateral, el gobierno español está intentando enmendar con declaraciones positivas todo el acumulado de desdenes hacia Bush y alabanzas hacia su rival John Kerry. Desde las elecciones en Estados Unidos, el ministro Moratinos ha ponderado en diversas ocasiones la mejora en las relaciones entre dos países “aliados y amigos”. También el ministro Bono, pese a anteriores palabras poco medidas, ayuda cuanto puede en el restablecimiento de la cordialidad entre ambas naciones.

En todo caso, por el momento Estados Unidos no parece muy receptivo al ánimo contrito de la diplomacia española y, de hecho, Zapatero todavía no ha recibido llamada de agradecimiento de George Bush tras la felicitación cursada por aquel tras la victoria electoral del tejano.

El Gobierno intenta, pues, ganar capital político con la invitación destinada a don Juan Carlos, e incluso hay intentos de apropiación del mérito de este tanto diplomático. Para que todo quede más claro y esté menos sujeto a interpretaciones tendenciosas, el almuerzo fue planificado hace ya meses, cuando se supo que sus Majestades acudirían a inaugurar una exposición que Patrimonio Nacional organiza en la ciudad de Seattle.