La táctica de La Zarzuela es ir “solapando” poco a poco la figura del príncipe sobre la de don Juan Carlos

Ha sorprendido, en ámbitos políticos y periodísticos, la reducida celebración de los 30 años de don Juan Carlos como Rey. Pero detrás hay una estrategia que tiene que ver con el príncipe y la sucesión. En efecto, la conmemoración de ese aniversario ha resultado bastante rebajada, a pesar de que inicialmente incluso se había creado una “comisión especial” en el seno del Gobierno para organizar los actos. La comisión ha quedado prácticamente sin actividad. La única celebración ha sido una recepción modesta —ni siquiera cena de gala- en el Palacio Real, a las autoridades del país, aparte de la asistencia de los Reyes a un concierto en Santa Cruz de Tenerife. Se ha hecho muy poco “ruido” con esa fecha redonda. Según personas con acceso a La Zarzuela, detrás de esa estrategia está el diseño de la sucesión de don Juan Carlos, en la persona del príncipe, que se quiere preparar con tiempo, sumo cuidado y afinando en los detalles. Se trata de ir poco a poco dando paso al sucesor. De acuerdo con estas fuentes —consultadas por El Confidencial Digital- la idea es ir “solapando” lentamente la figura del Rey con la de su hijo, de forma tranquila pero progresiva, para que, cuando se produzca, el hecho sucesorio no suponga ningún choque brusco en país, sino que sea algo “natural”, de forma que no se perciba entonces sensación de “novedad” ni, mucho menos aún, de “riesgo”.