Algunos de los 47 talibán que han entregado sus armas en Badghis pertenecen a clanes que causaron bajas en las tropas españolas. Vea las fotografías

Cuarenta y dos combatientes talibán y cinco jefes de la insurgencia entregaron sus armas hace una semana en la base española de Qala e Naw (Afganistán). Durante la ceremonia, que presidió el coronel Félix Eugenio García Cortijo, se les entregó al grupo unos casi 2.000 kilogramos de comida, esterillas, mantas, tiendas y estufas, además de 1.000 dólares.

Treinta y dos de estos afganos estaban encuadrados en diversos clanes insurgentes que operaban en la zona más peligrosa de la provincia de Badghis –el valle de Murghab, Sang Atesh y Darra e Bum-. Pertenecían a los clanes del mulá Tazeh Gol, del mulá Jabar, del mulá Amanolah y del mulá Maluk.

Las zonas de influencia de esos mulá son precisamente las áreas donde España tiene sus puestos avanzados y donde más bajas han sufrido en los últimos años por atentados de la insurgencia.

Allí se produjeron, entre otros, los ataques que causaron la muerte al sargento primero Joaquín Moya Espejo, el sargento Manuel Argudin Perrino, la soldado Niyireth Pineda Marín o el soldado John Felipe Romero Meneses.

El resto –otros diez talibanes- pertenecía a grupos más alejados de las tropas españolas. Con esta entrega, la zona española se convierte en una de las de mayor índice de deserción entre la insurgencia de todo Afganistán.

Víveres a cambio de armas

Durante el acto, los talibán arrepentidos escenificaron su compromiso de abandono de las armas y recordaron que la decisión ha supuesto todo tipo de amenazas a ellos y sus familias, por lo que solicitaron el apoyo del gobierno afgano y del contingente militar aliado.

Este tipo de ‘deserciones’ se producen en el marco del Programa de Paz del Gobierno afgano, por el que se apoya la reinserción de combatientes talibán.

A cambio, el Equipo de Reconstrucción Provincial español entregó comida -600 kilos de harina, 600 de arroz y 600 de aceite- y víveres para que reiniciasen de nuevo su vida con sus familias alejados de la zona de dominio talibán. Se les dieron 200 esterillas, 400 mantas, seis grandes tiendas tipo haima y seis estufas, además de 1.000 dólares para sufragar su traslado.

Durante el acto, los insurgentes se dejaron fotografiar junto a los militares españoles. Puede ver a continuación algunas de estas fotografías, suministradas por el servicio de prensa de la ISAF:

 

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