El Gobierno ‘traiciona’ su ambicioso plan para reservistas militares. Expulsiones de voluntarios, rebaja del presupuesto a la mitad, activaciones al mínimo
No son buenos tiempos para los reservistas voluntarios. Los recortes presupuestarios han disminuido hasta la mínima expresión las activaciones anuales, se ha aumentado la exigencia de cualidades psicofísica, e incluso se han producido expulsiones de reservistas por cláusulas impuestas en tiempos de bonanza económica.
En 2011, cuando el Partido Popular preparaba su llegada al poder, el laboratorio de ideas del partido manejaba una serie de iniciativas en el ámbito militar que supondrían impulsar definitivamente la figura del reservista voluntario. Un colectivo que actualmente supera los 5.000 integrantes.
El plan, según supo por aquel entonces El Confidencial Digital, era situar a España en la senda de otros modelos de reservismo como el estadounidense, con un alto componente de formación y preparación y una compatibilidad total con la vida laboral civil del reservista voluntario. Según las fuentes interpeladas en aquellos días por ECD, el problema era el presupuesto cada vez más exiguo de Defensa, aunque desde el PP se confiaba en poder encontrar soluciones.
Peor que nunca
Sin embargo, las fuentes militares a las que ha consultado ECD son unánimes: “el reservismo voluntario está peor que nunca”. Hay unidades que llevan años sin ver a un solo reservista en su cuartel, tal y como aseguran militares consultados, y las autoridades no participan en acto alguno de los reservistas.
El presupuesto disminuye cada año. En 2013, la partida destinada a activación y formación de reservistas cayó hasta los 2,3 millones de euros, la mitad del presupuesto con que contaban en 2012.
Pero el peor problema es lo que los propios reservistas consideran como una “dejadez administrativa”, que incluso se ha cobrado algunas expulsiones de voluntarios. La normativa que regula las activaciones –elaborada y ratificada en tiempos anteriores a la crisis- exige que para poder mantener esa condiciones de reservista debe activarse “al menos una vez cada tres años”.
La norma se estableció para evitar a ciertos reservistas ‘capricho’, “una minoría” explican a ECD fuentes del colectivo, que accedían a una de las plazas y no volvían a solicitar su activación. En esos casos, Defensa invertía un dinero –uniformidad, formación- en el voluntario, que acababa cayendo en ‘saco roto’.
Sin embargo, con la llegada de la crisis y los recortes presupuestarios para las activaciones, se están dando casos de reservistas que están siendo expulsados al llevar más de tres años sin ser activados, a pesar de que sí han solicitado su plaza y están plenamente comprometidos con su condición de reservista, pese a los problemas de conciliación laboral al faltar un convenio específico.
Consultada la Asociación de Reservistas Españoles (ARES) a este respecto, aseguran que están solicitando audiencias con mandos competentes de Defensa para pedir una moratoria para esta medida, con el fin de evitar expulsiones injustificadas.
Sólo sanitarios
Durante los últimos años, el grueso de las activaciones respondió a “un perfil mucho más práctico para las Fuerzas Armadas”, explican fuentes de Defensa.
De hecho, la inmensa mayoría de todas las plazas convocadas -100 en 2012 y por confirmar en 2013- se destinaron a médicos y enfermeros para la Unidad Militar de Emergencias.
Según aseguran desde el Ministerio, el ámbito sanitario “representa un verdadero reto dentro de las Fuerzas Armadas, con un déficit histórico de profesionales de la medicina, y para el que los reservistas representa una solución muy acorde con estos tiempos” indican.
