Morenés estaba dispuesto a dimitir como ministro si el presupuesto de Defensa bajaba de 6.000 millones. Altos mandos del Ejército denuncian que la operatividad se verá reducida

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, confirmó a personas de su entorno que sí el Gobierno hacía una "escabechina" con el presupuesto de su cartera se planteaba incluso dimitir. Fijó en 6.000 el límite máximo de recorte. Por debajo de esa línea "no hay operatividad posible". Pero mandos consultados por ECD aseguran que con el 8,8 por ciento de recorte aprobados se reducirá considerablemente la operatividad de muchas unidades.

Según ha sabido El Confidencial Digital, el ministro Morenés anunció a su entorno cercano que en caso de que el presupuesto afectase de manera drástica a la operatividad de las Fuerzas Armadas se pensaría incluso su continuidad al frente del Ministerio.

Esa ‘operatividad mínima’ la fijó Morenés en el nivel de los 6.000 millones de euros. Por debajo de esa cifra, con 5.000 millones ya reservados sólo para nóminas, resultaría imposible elaborar un calendario de pagos de programas aún pendientes compaginándolo con las actividades diarias necesarias para la operatividad de cuarteles y unidades.

“Yo he dado una instrucción muy clara: operatividad, operatividad, operatividad. Eso es para mí lo esencial. Las Fuerzas Armadas si no son útiles no tienen ningún sentido. Todo aquello que no esté vinculado a lo operativo, tanto en recursos humanos como en infraestructuras o en sistemas de armas, no tiene por qué estar en las Fuerzas Armadas. En esa línea y con ese criterio final, si llevamos a cabo una reducción del número de tropas siempre será desde el punto de vista de que sea operativa” aseguro durante la comisión de Defensa el ministro.

Reducción inevitable de la operatividad

Ante el recorte presupuestario presentado por el Gobierno para la cartera de Defensa, El Confidencial Digital ha hecho un sondeo entre altos mandos y suboficiales para comprobar cuál será el impacto del ‘tijeretazo’ anunciado.

La respuesta es unánime: “afectará a la operatividad de las unidades”. Y lo hará, por ejemplo, en la planificación y ejecución de maniobras terrestres. “Hasta ahora hemos visto como faltaba dinero para trasladar carros a los campos de tiro, faltaba gasolina y se optaba por simular disparos para evitar el gasto de munición. De aquí en adelante no sabemos cómo seguirá la situación” indican mandos del Ejército de Tierra.

La Armada también se verá perjudicada. “Si hasta ahora nos pedían que mantuviéramos la operatividad con la mitad de días navegables al año, no entendemos que será lo que se nos pida ahora”, aseguran a ECD fuentes de la marina española.

La tónica general, ateniéndose a los militares consultados por El Confidencial Digital, es que en las Fuerzas Armadas no han sentando muy bien las palabras de Morenés, en las que comparaba al Ejército con un “acordeón”, que mantiene su naturaleza cuando está hinchado y deshinchado.

 

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