Reunión crítica de Manuel Manrique (Sacyr) con Matías Rodríguez Inciarte (Santander): la banca no descarta ejecutar y quedarse con el 20% de Repsol. La constructora, en peligro

Los bancos han puesto contra las cuerdas a Sacyr. Se niegan a refinanciarle parte de los 4.900 millones del préstamo si no le presentan un acuerdo en firme con un comprador que esté dispuesto a quedarse con un paquete de Repsol. El presidente de la constructora, Manuel Manrique, y el vicepresidente del Banco Santander, Matías Rodríguez Inciarte, han mantenido un encuentro decisivo.

Según fuentes próximas a las negociaciones, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, Rodríguez Inciarte, como portavoz del resto de los bancos, ha llegado a lanzar un 'órdago' a Manrique durante la reunión: la posibilidad de ejecutar el préstamo, es decir, quedarse con las acciones de Repsol.

Los acreedores exigen un compromiso de compra-venta por al menos el 10% de la petrolera para seguir adelante. Este tipo de operación no es tan fácil de alcanzar. Los fondos soberanos no están dispuestos a entrar a unos 27 euros (precio al que le gustaría vender a Sacyr para evitar apuntarse minusvalías), cuando las acciones de Repsol en el mercado están en la raya de los 22.

Por este motivo, tal y como se ha contado ya en estas páginas –véalo aquí- se han ido, poco a poco, cayendo de la lista potenciales compradores. Las negociaciones continúan abiertas con algún grupo, pero no se ha alcanzado -por el momento- acuerdo en firme con ninguno de ellos.

El planteamiento de Manuel Manrique de conseguir una prima en el precio de venta por encima del valor de mercado está poniendo en serios aprietos a la compañía, a tan solo una semana del vencimiento del crédito sindicado de 4.900 millones en el que incurrió para la compra del 20% de Repsol.

Pero la ejecución del préstamo no sería tarea fácil. Tendría que ser por todo el paquete que Sacyr posee en Repsol, un 20%. Y si los bancos se quedasen con las acciones de la petrolera no resultaría sencillo encontrar un comprador de forma rápida para una participación tan grande.

Es más. La ejecución de las acciones podría provocar que los títulos de Repsol se desplomasen en Bolsa, con lo que perjudicaría a la propia banca, nueva tenedora de esas acciones. Se pondría también en este caso a la constructora al borde del hundimiento, en una situación muy delicada.

Otra opción que no se descarta es que Sacyr se vea obligada a deshacerse de una parte de su paquete en el mercado y así alcanzar la refinanciación. La constructora celebra hoy consejo ordinario, donde el presidente, Manuel Manrique, tendrá que explicar cuál es el escenario abierto en este momento.

 

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