Ha reclamado una compensación de 1.495 millones a Fomento

Abertis utiliza la OPA de Atlantia para intentar que el Gobierno no le quite las autopistas

Defenderá la continuidad de la sede en España a cambio de que no le castigue y le renueve las concesiones de cinco vías de peaje. Hay en juego un negocio de 800 millones

Peaje de una autopista española.
Peaje de una autopista española.

Abertis ve una oportunidad en la OPA de Atlantia para echar un pulso al Gobierno con la concesión de las autopistas. Es consciente de la tensa relación con Fomento tras la reclamación de que le abone 1.495 millones, pero cree que ir de la mano de la compañía italiana le ayudará a una negociación para renovar la explotación de las vías de peaje.

El Gobierno ha confirmado que dejará vencer todas las concesiones de autopistas de peaje para integrarlas en la red nacional de carreteras. “Fomento no contempla en un corto periodo prorrogar los plazos de concesión de las autopistas”, aseguró De la Serna en noviembre. “La previsión es que cuando venza el plazo, la autopista revierta al Estado, que decidirá en ese momento la forma de explotarla”, añadió.

Después, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) dio la razón recientemente a Abertis, que exige a Fomento que le abone 1.495 millones en 2021, ya que el Ministerio se comprometió a compensarle si después de realizar inversiones en las autopistas no se alcanzaba determinado nivel de tráfico.

Tras este desencuentro con Abertis, el Gobierno se reafirmaba en su posición: ni una prórroga en las concesiones de las autopistas de peaje. Así lo reconocían entonces a ECD altos cargos del Ministerio de Fomento.

El Gobierno no pasaba por alto que la compañía catalana dispone de la concesión de la mayoría de las vías que están a punto de culminar su plazo de explotación. Abertis cuenta con cinco de las seis autopistas de peaje en España y el Ministerio de Fomento debe decidir en los próximos años sobre esas renovaciones.

Defenderá que la sede siga en Barcelona

Ahora, según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las conversaciones, Abertis ve una oportunidad en la OPA de Atlantia para echar un pulso al Gobierno. Aprovechará las negociaciones, ahora mismo prácticamente estancadas con Fomento, para tratar de que no le quite la explotación de las autopistas

Cuenta con que la operación tiene un carácter estratégico para España, ya que Abertis es la empresa líder en la gestión de vías de peaje en el país. La red de la compañía se extiende hasta los 1.500 kilómetros, el 70% del total de las concesiones de autopistas de pago en España.

No es la primera vez que Abertis y Atlantia se ven las caras en una potencial operación corporativa. Hace 10 años la compañía española ya exploró una posible fusión con Autostrade, la filial de Atlantia a través de la cual gestiona sus autopistas en Italia, para crear un gigante europeo del peaje.

En aquel momento se trataba de una operación entre iguales y claramente dominada por Abertis, que imponía Barcelona como la sede social del nuevo grupo, la figura del consejero delegado y se quedaba con una participación del 33% en el nuevo grupo. Una batalla, la de mantener la sede en España, que también está dispuesta ahora a librar hasta el final.

La operación no prosperó entonces por los obstáculos burocráticos impuestos por Italia a través de su regulador público de concesiones. Se negó a autorizarla. La actitud del país llevó incluso a que la Comisión Europea iniciara una investigación sobre estas trabas.

 

Un gigante con experiencia para la gestión

Desde Abertis se descarta ahora mismo la posibilidad de que, llegada la fecha de vencimiento, el Estado se plantee una prolongación automática de las concesiones actuales. No obstante, también añaden que con la actual situación presupuestaria parece difícil que las vías de gran capacidad puedan ser gratuitas. De ahí que, a entender de la cúpula de la empresa, al vencimiento de las concesiones que se iniciaron a finales de los años 60 y principio de los 70 obliga a que se tenga que replantear cómo va a seguir en el futuro.

Así las cosas, la compañía considera que la posible relicitación de las autopistas abriría de nuevo las puertas al gigante que salga de la operación entre Abertis y Atlantia, que por tamaño y experiencia partiría con el cartel de favorito para volver a adjudicarse las vías.

Abertis asegura que el modelo de financiación de infraestructuras viarias de España es una “isla” en el marco europeo, ya que aquí el 21% de las vías de gran capacidad son de pago, cuando en Francia o Italia están por encima del 80%.

Está en juego un negocio de 800 millones

El negocio es especialmente jugoso para el grupo catalán. Explota 5 de las 6 autopistas de peaje que están próximas a vencer el plazo por el que en su día el Gobierno contrató con empresas privadas su construcción y posterior explotación.

Se trata de la AP-1 Burgos-Armiñón, cuya concesión vence en 2018, de la AP-7 Tarragona-Alicante y la AP-4 Sevilla-Cádiz, que concluye en 2019, y de dos tramos de la AP-7 (La Junquera-Barcelona y Barcelona-Tarragona) y la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, que termina en 2021.

Itínere es la compañía titular de la concesión de la AP-1, pero Abertis cuenta con la del resto de las autopistas que están a punto de culminar su plazo de explotación.

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