CEOE prepara cambios profundos para después del verano: las relaciones de poder entre asociaciones de empresarios serán distintas
El nuevo presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, va a continuar la línea de gobierno de la patronal heredada de José María Cuevas, pero sólo hasta el verano. Después comenzarán los cambios en las relaciones de poder dentro de la organización.
Fue candidato de consenso (con la única oposición del andaluz Santiago Herrero), pero todos los vicepresidentes de CEOE que votaron a Díaz Ferrán en febrero son conscientes de que la forma de gobernar la patronal va a cambiar mucho durante los próximos años. Y de que las primeras medidas van a comenzar a tomarse después del verano.
Fuentes conocedoras del proceso han confirmado a El Confidencial Digital que la cascada de acontecimientos está pactada ya con el secretario general, Juan Jiménez Aguilar, que ha sido durante 23 años la mano derecha de José María Cuevas, y que ahora ayudará a Díaz Ferrán a cambiar la cara de la CEOE.
Según las fuentes consultadas por ECD, la oposición del Santiago Herrero se ha producido precisamente porque, además de ser amigo de Jiménez Aguilar, defiende un sistema de gobierno absolutamente continuista, en el que las decisiones se tomen por la mayoría que siempre ha asegurado el secretario general, a través de su control de las territoriales.
Díaz Ferrán, que no pretende aplicar cambios drásticos en tiempo record, porque su experiencia empresarial le ha enseñado que los saltos en el vacío son peligrosos, sí quiere dejar la CEOE con una cara completamente distinta cuando termine su “legislatura”.
Para ello, y con la ayuda de Jiménez Aguilar, irá traspasando más poder a las asociaciones empresariales en detrimento de las territoriales, para que la gestión de la patronal se acerque más a los problemas de las pequeñas y medianas asociaciones sectoriales, que luchan con la Administración y los sindicatos.
El presidente de CEOE tomará posesión efectiva del cargo en junio próximo. Dejará pasar el verano y después empezará a tomar decisiones. Entre otras, su propia renuncia a algunos cargos que ahora ostenta, como el de presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, sobre todo para que no se le pueda acusar de ser el más “centralista” jefe de la patronal en la historia, ya que, además, es presidente de la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM).
