La nueva estrategia de La Caixa en la OPA: ni vencedores ni vencidos; acercamientos al PP; sede en Madrid

La Caixa ha iniciado una nueva estrategia para canalizar los problemas que le está causando la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Ahora el objetivo es que no haya ni vencedores ni vencidos. Desde el entorno de la entidad catalana lo que se escucha en estos momentos es que están dispuestos a cualquier esfuerzo, incluyendo cambios de estrategia, para resolver el problema de la OPA, por el cual se han sentido “maltratados” desde todas partes. “No puede haber ni vencedores ni vencidos”. Esta frase resume la nueva disposición de los directivos de la Caixa, que están convencidos de que al final la OPA va a salir, pero no desean que sea una derrota aplastante de la otra parte, de los otros intereses en juego. Según fuentes cercanas a la entidad, “la solución es una salida pactada”. Y en ese horizonte consideran que la clave la tiene Caja Madrid, y, por tanto, Esperanza Aguirre, por su influencia clara en la entidad. En ese sentido, valoran muy positivamente el silencio que mantiene Miguel Blesa, presidente de la caja madrileña. “Blesa lleva tiempo callado, y eso es inteligente”, se comenta. En ese plan de reconducir el conflicto, los responsables de La Caixa han planificado una entrevista a fondo con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, para explicarle las cosas y exponerle también esa disposición a buscar una salida consensuada. “Es una cuestión de Estado”, se piensa en la dirección de la caja, y así se le explicará al presidente del PP para solicitarle ayudas políticas en la búsqueda de la solución final. Otra de las decisiones adoptadas, que hay que situar en esa voluntad de solucionar la OPA sin hacer sangre, es que no habrá traslado de sede desde Madrid a Barcelona. La nueva empresa se quedará en Madrid, un argumento que puede contribuir a romper las resistencias encontradas en la Comunidad madrileña. Se trata de una solución “a lo BBVA”, se comenta en los ámbitos de la Caixa consultados. Con ello se alude a lo que el banco vasco ha aplicado, es decir, mantener la sede social en Bilbao, sin ubicarla en Madrid.