Caja Duero y Caja España se pasan a KPMG después de haber recibido un informe de la competencia, Deloitte, contrario a su integración

Los directivos de Caja España encargaron a Deloitte la elaboración de un informe sobre la posibilidad de fusionarse con Caja Duero. Un mes después de conocer los resultados del mismo, la entidad leonesa ha decidido ‘desoír’ el dictamen de la consultora, contrario a esta unión y emprender un “proceso integrador” con la caja de Salamanca., bajo la supervisión de una consultora distinta, KPMG.

El pasado 20 de mayo ambas entidades celebraron por separado sendos consejos de administración de carácter extraordinario en los que el acuerdo fue unánime y coincidente, según fuentes con acceso a estos órganos de Gobierno consultadas por El Confidencial Digital: iniciar de forma conjunta y coordenada un “proceso integrador” que afectará a los niveles estructural, de negocio y de actividad y que “permitirá consolidar y fortalecer el sistema financiero de castilla y León”.

En este sentido recuerdan que hasta el momento, se está hablando de unirse bajo una fórmula enmarcada en el Sistema de Protección de Liquidez y Solvencia (SIP). Se trata de un supuesto avalado por el Banco de España, “muy parecido a la fusión pero que respeta las marcas y los negocios minoristas”. En este caso, el “nóminas, pensiones, depósitos y crédito, fundamentalmente”, concretan.

No obstante, “y a día de hoy, no hay nada firmado, ni siquiera se sabe si finalmente se irá a una fusión o a una integración”, apuntan estas mismas fuentes. Fuentes solventes con acceso al consejo de administración de Caja Duero explican que “ahora estamos empezando a trabajar de verdad” y que para ello, “están a la espera de los escenarios que nos presente KPMG”.

La elección de la consultora de origen suizo se ha llevado a acabo de manera conjunta por las dos entidades y el criterio de decisión ha sido “que fuera una firma solvente que no hubiera trabajado previamente con ninguna de las entidades”, subraya un directivo de la caja salmantina.

Ha sido precisamente esta premisa la que ha llevado a los responsables del proceso de integración a desechar la auditoría de otras multinacionales de consultoría, como Deloitte. Y es que, antes de hacer pública sus intenciones con respecto a Caja Duero, los responsables de Caja España solicitaron a esta consultora la elaboración de un informe sobre la conveniencia de una posible fusión entre ambas cajas.

Este informe, de carácter confidencial, según matizan desde la consultora presidida por Fernando Ruiz, se debatió a puerta cerrada en una reunión de consejeros que se celebró en Casa Botines, sede de Caja España, a principios de abril. No obstante, ECD ha tenido acceso a algunas de las principales conclusiones de este dictamen, que en última instancia, desaconsejaba la fusión entre las cajas.

Entre los argumentos que esgrimen los consultores destacan el riesgo de una tasa de morosidad “por lo menos del 7%”; la duplicación de estructuras físicas y personales para un mismo mercado; la escasa diversificación de negocio y del riesgo al tratarse de las dos principales entidades de una misma comunidad autónoma o “la carga tan pesada que supondría responder por el negocio inmobiliario” resultante.

Son las entidades con mayor presencia en Castilla y León”, recuerdan fuentes financieras, quienes se preguntan cómo “van a mantener todas las sucursales y a garantizar que los recortes de plantilla van a ser los mínimos indispensables”. Otro punto ‘escabroso’ es el de los sueldos, especialmente los de los directivos “en Caja España se cobra más a todos los niveles”, coinciden técnicos en retribución salarial conocedores de la situación laboral en ambas cajas.

El encargo recibido por KPMG “ha sido muy similar” al que en su día hizo Caja España a la competencia, matizan expertos en consultoría: analizar datos de morosidad, crédito, depósitos, sociedades participadas, carteras industriales, idoneidad y complementariedad de las inversiones o gestión de costes.

 

La nueva caja estaría entre las diez mayores entidades españolas

Tampoco el calendario está fijado, destacan técnicos del Banco de España consultados al respecto por este confidencial. Eso sí, “se manejan fechas orientativas”. “Se espera cerrar un acuerdo sobre el modelo a seguir a finales de junio, principio de julio, de forma que se pueda cerrar la integración a la vuelta del verano, en septiembre”, adelantan.

“La entrega de los informes está fijada para principios de junio”, adelantan a ECD directivos de Caja Duero. En ese momento, los consejeros de las dos cajas de Castilla y León tendrán que estudiar la propuesta de la consultora y diseñar su plan de viabilidad, así como la nueva estrategia conjunta, resumen.

Mientras tanto, los datos que maneja la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) señalan que la entidad resultante de la unión de las dos cajas castellano-leonesas sería la séptima de España por activos (administrando un total de más de 45.700 millones de euros, 20.741 de Caja Duero y 25.017 de Caja España según sus resultados de 2008). Por volumen de depósitos ocuparía la quinta posición, por detrás de La Caixa, Caja Madrid, CAM y Bancaja, por ese orden.

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