Conthe, el amigo de Solbes en la CNMV, se enfada con su ‘mentor’ pero Economía logra que el código de buen gobierno “escuche” a las empresas

La implantación del “código de buen gobierno” ha enfrentado a su principal artífice, Manuel Conthe, con el “mentor’ del presidente, el ministro de Economía, Pedro Solbes. Al final, el vicepresidente del Gobierno ha ganado el pulso y la CNMV se ha visto obligada a “rebajar” su propuesta.

Las buenas relaciones del presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con Solbes, el hombre que le respaldó para acceder a su cargo al frente del organismo, han pasado por duros momentos de tensión en las últimas semanas.   Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital, los motivos de este desencuentro han sido el gran rechazo del “código del buen gobierno” por parte de las empresas cotizadas y el deseo de Solbes de que estas fueran escuchadas. La solución: la inclusión de buena parte de las recomendaciones a las sociedades y una rebaja del tono intervensionista de la CNMV.   Hay que recordar que el lema del código del buen gobierno quiere ser que las sociedades cotizadas “cumplan sus consejos o expliquen públicamente por qué no lo han hecho”.   De este modo, aunque su texto sólo contiene recomendaciones y por tanto, no es de obligado cumplimiento legalmente, las empresas que no acaten sus líneas de actuación verán dañada su imagen pública. Es en este punto donde reside la fuerza del texto elaborado por Conthe y su equipo.   Esta circunstancia y el contenido de “las recomendaciones” de la CNMV han provocado malestar entre las empresas que cotizan en Bolsa. Según ha sabido ECD, el ministro de Economía las ha respaldado al presionar a Conthe para que las tenga en cuenta.   Este viernes, 31 de marzo, vence el plazo para que la CNMV presente el documento con las recomendaciones al Consejo de Ministros, que tendrá que dar el “placet” al código. Fuentes solventes aseguran que esa fecha ha peligrado por las discrepancias apuntadas, que han amenazado con retrasar la redacción final del texto.   Al final, la solución al conflicto ha pasado por una reducción del número de las 74 recomendaciones que contenía el primer borrador y una rebaja en el tono intervensionista del código, materializado en un cambio en los tiempos verbales que componen el texto. De este modo, se ha sustituido el futuro por el subjuntivo, por ejemplo.

 

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