David Vegara no fue a Bruselas con Montilla para hacer “precampaña ministerial” sino para dar un tono institucional al viaje

Esta es la explicación que ofrecen fuentes oficiosas del Ministerio de Industria, a raíz del viaje relámpago y secreto que llevó a Bruselas la semana pasada al ministro Montilla, a David Vegara y a Miguel Sebastián.   El ministro de Industria, José Montilla, se reunió el pasado miércoles con la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, y con el responsable de Mercado Interior, Charlie McCreevy, para hablar sobre Endesa. El viaje causó extrañeza en fuentes comunitarias por varios motivos.   En primer lugar, junto a Montilla acudieron a Bruselas el secretario de Estado de Economía, David Vegara, y el director de la oficina económica de Presidencia del Gobierno, Miguel Sebastián. Demasiado “aparato” para un encuentro informal.   En segundo lugar, las reuniones se celebraron en secreto. No figuraban en la agenda semanal de la Comisión ni fueron anunciadas previamente, como ocurre cada vez que un ministro o jefe de Gobierno visita a algún comisario.   Por último, tampoco se celebró ningún contacto con la prensa, al contrario de lo que es habitual tras encuentros con este perfil, y los portavoces se mantuvieron extrañamente discretos: no revelaron ningún detalle de la reunión.   Sin embargo, en ámbitos españoles lo que más llamó la atención fue la presencia en la comitiva de David Vegara. Más si cabe en las actuales circunstancias, en medio de una carrera de candidatos que aspiran a relevar al ministro Montilla en su puesto, cuando éste ponga rumbo a Cataluña.   Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital en el propio Ministerio de Industria, Vegara se encontraba junto a Montilla no en calidad de “delfín” del ministro sino para “arropar” al titular del departamento y dar ante la comisaria una imagen de “equipo de gobierno”.   Por eso se personó en Bruselas el máximo dirigente de Industria, como responsable del tema en discusión; el Ministerio de Economía con su secretario de Estado, David Vegara, como valedor de la política económica del Ejecutivo; y el asesor económico personal del propio presidente del Gobierno.   Se quiso, explican fuentes oficiosas, de “darle solemnidad y carácter institucional” a un encuentro que tuvo desde un principio un carácter informal.