Las pruebas se celebraron el pasado sábado

Desmayos tras seis horas de examen a 30 grados: el infierno para 28.000 opositores a maestro hacinados

La convocatoria de plazas en Madrid dejó escenas de tensión. Educación ha dado orden de evitar situaciones similares en próximas ediciones

Prueba en unas oposiciones.
Prueba en unas oposiciones.

Cerca de 28.000 aspirantes participaron el pasado sábado en las oposiciones que convocó la Comunidad de Madrid para cubrir un total de 1.400 plazas para el cuerpo de maestros. El desarrollo de los exámenes se convirtió en una odisea para los aspirantes: desmayos por el calor, hacinamiento en las aulas, pruebas interminables...

Se trataba de la mayor convocatoria para maestros desde 2009. El número de plazas convocadas por el Gobierno regional respondía al 100% de la tasa de reposición de efectivos, el máximo porcentaje permitido por la normativa básica del Estado para este colectivo.

Están en juego 400 puestos de Lengua Extranjera, 360 de Educación Infantil, 200 de Educación Primaria, 150 de Pedagogía Terapéutica, 130 de Educación Física, 90 de Audición y Lenguaje y 70 de Música.

La Comunidad de Madrid había dispuesto un total de 491 tribunales para el desarrollo de las pruebas. Se distribuyeron en 69 sedes.

Concentración de opositores por clase

Sin embargo, un cúmulo de factores negativos convirtió en un “infierno” la realización de este examen para muchos de los asistentes. Así lo explican a El Confidencial Digital varios aspirantes a maestro que concurrieron el pasado fin de semana a las oposiciones en distintos centros de Madrid capital y del resto de la Comunidad.

Uno de los problemas fue la elevada concentración de opositores por aula. Aseguran que estuvieron “totalmente hacinados”. “Llegamos a estar metidos hasta 40 opositores por clase”, relatan. La ley viene a marcar 25 estudiantes en Primaria y 30 en Secundaria.

El principal inconveniente de este exceso de aforo afectó a los opositores a maestros de inglés. Según las fuentes consultadas, hubo quejas constantes de los aspirantes porque los equipos de audio empleados no facilitaban la audición correcta para los ejercicios de 'listening'. “Y eso, de cara a la nota final, al que perjudica es al alumno”, recuerdan.

Aulas-invernadero” a más de 30 grados

Los aspirantes también abandonaron los exámenes protestando por el excesivo calor que se había registrado en el interior de las aulas. Aseguran que la temperatura llegó a sobrepasar los 30 grados en varios momentos del desarrollo de la prueba.

No había ventiladores, ni aires acondicionados, y en muchas salas daba el sol toda la mañana. Era insoportable. Comenzamos a llamarles aulas-invernadero”, afirma una de las opositoras.

Hay que destacar que esa circunstancia incumple, además, las recomendaciones recogidas en el Real decreto 486/1997 de 14 de abril. Es la normativa que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo: fija en 27 grados el límite de temperatura en las aulas.

 

Lipotimias y desmayos por golpes de calor

Los golpes de calor pueden conllevar lipotimias y pérdidas de conocimiento con relativa facilidad. También en el caso de adultos que se enfrentan a estas pruebas que generan un estado de nerviosismo porque el opositor asume que se está jugando su futuro laboral.

En este caso, según confirman a El Confidencial Digital fuentes presenciales, se registraron varios desmayos durante la jornada en algunos de los centros educativos por bajadas de tensión.

Duración de las pruebas de más de 6 horas

Pero el calor y el hacinamiento no han sido los únicos inconvenientes. Otra de las quejas de los aspirantes a maestro ha sido la duración excesiva de las pruebas. Se extendieron durante más de seis horas. “Y claro no podíamos salir al baño a refrescarnos y a beber un poco de agua. Es un examen”, explican.

Las pruebas consistían en un cuestionario común a todas las especialidades sobre las materias comunes de Primaria. Pero debían resolver también un ejercicio práctico y desarrollar un tema por escrito sobre cada área.

Educación toma nota del caos de Madrid

Según ha podido saber ECD por fuentes conocedoras de la situación, Educación ha tomado nota del caso de estos aspirantes hacinados a 30 grados en las oposiciones a maestro en Madrid.

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid reconoce también que ha recibido un “importante volumen de quejas” de los opositores al Cuerpo de Maestros, después de celebrarse la primera prueba de la oposición el pasado sábado.

El Ministerio tiene en cuenta que las oposiciones a maestro por toda España (Andalucía, Baleares, Cataluña, Galicia) solo han superado la primera fase. Los aspirantes que obtengan al menos un 5 de nota en esta primera fase pasarán a la segunda fase de las pruebas que se realizará en la segunda quincena de julio y que consistirá en la presentación y defensa oral de una programación didáctica.

Por ello, desde el departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo se ha propuesto a las comunidades autónomas que, al igual que se realiza en otras convocatorias de diferentes sectores públicos, las pruebas a docentes se trasladen a otros espacios más grandes y mejor refrigerados.

Una de las opciones que se les plantea es que se celebren en centros universitarios públicos. Aseguran que reúnen condiciones más adecuadas que los colegios e institutos para la convocatoria de estos exámenes. Disponen de aulas de mayor tamaño, sistema de refrigeración y equipos de megafonía adaptados a este tipo de pruebas masivas.

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