La quema de zapatos chinos en Elche apunta a un problema de contrabando internacional que también afecta a Chile y México

La quema de 16 contenedores de zapatos provenientes de China ocurrida en Elche el pasado 16 de septiembre, pone de manifiesto un problema que afecta no sólo a nuestro país, sino también a Chile y a México. En estos países, los bajos costes del calzado y de otros productos fabricados en el gigante asiático están llevando a la ruina a importantes sectores empresariales, especialmente de zapatos y textil.

La quema de 16 contenedores de zapatos provenientes de China ocurrida en Elche el pasado 16 de septiembre, pone de manifiesto un problema que afecta no sólo a nuestro país, sino también a Chile y a México. En estos países, los bajos costes del calzado y de otros productos fabricados en el gigante asiático están llevando a la ruina a importantes sectores empresariales, especialmente de zapatos y textil.

En Chile, la totalidad de los zapatos que se comercializan en las grandes superficies son de origen chino. Son cuatro veces más baratos que en una zapatería que comercializa calzado producido en el país. Estos zapatos chinos se asemejan y huelen como el cuero, pero los consumidores desconocen que es plástico y de dónde proviene.

Los pequeños y medianos empresarios chilenos afectados reclaman ahora al Ministerio de Economía que exija el etiquetado de origen y la composición material. Sus protestas comenzaron en 1988 cuando ya ingresaban en su país un millón de pares de estos zapatos. Hoy la importación es ya de treinta millones y las autoridades siguen desoyendo sus quejas.

En México la historia se repite, pero esta vez a dos bandas. Los productos fabricados en China, e introducidos en la mayoría de los casos de manera ilegal, están produciendo en la economía mexicana importantes estragos.

Juguetes, electrodomésticos, productos textiles y hasta reproducciones de las artesanías mexicanas “made in China” han comenzado a sustituir al producto local. Sumando textiles, vestuario y calzado, más de 270.000 personas habrían perdido su trabajo en 2003 como consecuencia de la competencia desleal.

Pero para México no acaba aquí el problema. Además de en su mercado interno, tiene que enfrentarse al contrabando chino y competir con él en el mercado estadounidense. A pesar de que México disfruta de unas envidiables rebajas arancelarias para que sus productos penetren en Estados Unidos, el bajo coste de los productos del gigante asiático y las ventajas aduaneras de las que también disfrutan –eso cuando no entran de manera ilegal- hacen que la merma de resultados comerciales con su vecino del norte sea cada vez mayor.

 

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato