El Gobierno frena el impuesto a los refrescos azucarados: está en juego una inversión millonaria de Coca-Cola
Hacienda se ha planteado un gravamen a estas bebidas. La multinacional apuesta por España para una macroplanta en la Península Ibérica tras descartar Portugal
El Gobierno está revisando varios impuestos para cumplir con el recorte de 5.500 millones que obliga la UE. Con uno de ellos, Hacienda se enfrenta a un dilema: la implantación a nivel nacional del impuesto a los refrescos azucarados, recién aprobado en Cataluña, puede bloquear una inversión de Coca-Cola en España.
Mariano Rajoy considera más eficaz, y menos impopular, elevar de forma limitada varios tributos a la vez, en vez de intentar recaudar mucho más con solo uno o dos de ellos.
Por ello, ha descartado subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Pero está dispuesto a modificar todos los demás, previo acuerdo con Ciudadanos y, si es posible, con el PSOE, de forma que quedan aprobados en los Presupuestos de 2017.
Freno a una tasa a las bebidas azucaradas
Según las fuentes oficiosas consultadas por El Confidencial Digital, Hacienda tiene en estudio, en este momento, una subida en el impuesto de Sociedades y también de los impuestos especiales, que afectan al alcohol y al tabaco, incluido establecer la denominada Euroviñeta para los camiones pesados que usan las infraestructuras viarias españolas.
Pero también ha debatido la implantación de una tasa sobre las bebidas azucaradas. Tiene en cuenta que ya se aplica en otros países europeos, y que lo reclama la propia Organización Mundial de la Salud. En su último informe llamado “Las políticas fiscales para la dieta y la prevención de Enfermedades No Transmisibles (ENT)”, la OMS recomienda que se aumenten las tasas, al menos un 20%, con el objeto de reducir su consumo, y con ellos disminuir el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y caries dental.
Peligra una inversión millonaria en España
Las multinacionales de refrescos, encabezadas por Coca-Cola, han logrado hasta ahora frenar ese impuesto, negando que esa medida sea eficaz para la salud. No obstante, dado el ajuste económico que debe acometer, el Gobierno estaba dispuesto a sacarlo adelante. Una posible inversión de Coca-Cola en España ha aconsejado paralizar por el momento esa tasa.
Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que Moncloa no ha pasado por alto que la división ibérica de Coca-Cola European Partners (que abarca los mercados de España, Portugal y Andorra) acaba de suspender un proyecto en el país luso, en el que tenía previsto invertir 40 millones de euros. La decisión se ha producido en respuesta a los planes del Gobierno portugués de implantar, precisamente, un impuesto a los refrescos.
La tasa incluida en los Presupuestos de 2017, que varía entre los 8 y 16 céntimos por litro, ha llevado a la multinacional a cancelar sus planes para ampliar la fábrica Refrige, situada en la localidad de Setúbal, al sur de Lisboa.
Tras descartar Portugal, según fuentes del Gobierno, la compañía ha colocado a España como destino preferente de la ampliación de una de las plantas en la Península Ibérica. “No conviene por tanto ahora tocarles mucho las narices”, sostienen altos cargos de Moncloa.
Coca-Cola European Partners es la mayor embotelladora mundial de la marca de refrescos, fruto de la integración de tres embotelladoras europeas: Coca-Cola Enterprises, Coca-Cola Iberian Partners y Coca-Cola Erfrischungsgetränke.
La factoría portuguesa cuenta en la actualidad con 265.000 metros cuadrados, y tenía previsto ampliar las instalaciones en otros 28.000 más en cuatro años.
Esta unidad de producción, propiedad 100% de Coca-Cola European Partners, genera 450 puestos de trabajo directos y 4.500 indirectos.
