Argumenta que prescindir de un operador amenaza la competencia

El Gobierno se opone a una fusión Iberdrola-Endesa

No quiere otro escándalo como la venta a los italianos de Enel. Las dos compañías han pedido ayuda a Pedro Sánchez

El ministro de Industria, José Manuel Soria e Ignacio Sánchez Galán.
El ministro de Industria, José Manuel Soria e Ignacio Sánchez Galán.

El desenlace de la OPA a Endesa en el año 2009 supuso uno de los mayores escándalos político-económicos de los últimos tiempos. Este el motivo fundamental por el que el Gobierno Rajoy no está dispuesto a reabrir ahora viejas heridas cuando se plantea una gran fusión con Iberdrola.



Endesa era la principal eléctrica española y había sido privatizada años antes por una decisión del Ejecutivo Aznar. Al final de un largo y tenso tira y afloja, la compañía terminó en manos del Estado italiano.

E.On acordó en 2007 con Acciona y la pública italiana Enel poner fin a la incertidumbre y retirarse a cambio de activos en Italia, Francia y España. El gigante alemán sucumbió ante el cúmulo de injerencias e irregularidades cometidas en el proceso y la falta de una regulación efectiva.

Tras dos años de batalla, Acciona y la estatal Enel formalizaron la compra de Endesa por más de 40.000 millones de euros con el visto bueno del Gobierno Zapatero. Una venta que, para muchos analistas, supuso abrir la puerta al desmantelamiento y expolio de una de las grandes empresas españolas.

No se quiere otro escándalo como la venta a Enel

Según ha sabido El Confidencial Digital por fuentes de la cúpula económica del Gobierno,Moncloa se opone radicalmente, en este momento, a una fusión entre las dos principales compañías eléctricas del país.

El Ejecutivo recuerda que la venta de Endesa descapitalizó las compañías eléctricas españolas y marcó el futuro del sector. Desconcertó a los alemanes y a los italianos, pero también a las autoridades de Bruselas. Nunca tuvieron claro lo que quería el Gobierno de Zapatero y quedaron a su vez perplejos por su excesivo intervencionismo.

Además, la operación se llevó por delante la reputación de dos reguladores. El dictamen de la Comisión de Energía fue revocado por el Consejo de Ministros. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sufrió la dimisión de su presidente, Manuel Conthe, tras una sorprendente comparecencia en el Congreso.

Prescindir de un operador amenaza la competencia

El Ministerio de Industria, por su parte, añade otra explicación. Cinco operadores de energía en España es el número adecuado para una correcta competencia. Así se asegura la calidad del servicio a los clientes.

Efectivamente, ahora existen cinco compañías que agrupan alrededor del 90% de las ventas o la comercialización a clientes finales y alrededor del 60% de las ventas en el mercado mayorista.

Se trata de Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP (Energías de Portugal) y E.On. Prescindir de uno de estos actores –advierten desde el departamento de José Manuel Soria- causaría un perjuicio a los ciudadanos.

 

Galán y Borja Prado piden ayuda a Pedro Sánchez

La fusión Iberdrola-Endesa resulta imposible, por su enorme complejidad, sin un Gobierno a favor de la operación. Las compañías son conscientes de que la integración tiene que pasar, por ejemplo, por el examen de las autoridades de Competencia.

Por este motivo se ha sondeado el apoyo del Partido Popular. Ante la negativa del actual Ejecutivo, las dos principales eléctricas que operan en el mercado español han iniciado paralelamente conversaciones con el PSOE de Pedro Sánchez.

ECD ha podido confirmar que Ignacio Sánchez Galán y Borja Prado han mantenido en los últimos meses varios contactos con la cúpula económica del Partido Socialista, y con el propio secretario general. Jordi Sevilla ha protagonizado también alguno de estos encuentros.

En Ferraz prefieren ser prudentes y esperar a después de las elecciones generales. Ese es el mensaje que han recibido ambas compañías. Consideran que sólo incoar este asunto en estos momentossupondría remover en campaña ‘la herencia de Zapatero’.

El Gobierno Aznar ya frustró una fusión amistosa

Hay que recordar que Iberdrola y Endesa acordaron en 2001 una fusión amistosa. Sin embargo, esa operación ya fue torpedeada por el Gobierno de Aznar. El pacto iba a dar lugar a un gigante que coparía el 80% del mercado español e importantes ramificaciones en el exterior.

Se había fraguado una de las operaciones más significativas de la historia empresarial española y la creación de una compañía que habría estado entre las cinco mayores del mundo de su sector.

Rodolfo Martín Villa, el presidente de Endesa entre 1997 y 2002, propuso incluso conformar un núcleo duro de control con las cajas de ahorro a partir del porcentaje de participación que tenía Caja Madrid en la eléctrica, para poder defenderse de una potencial OPA de control por algún grupo extranjero.

El sector más liberal del PP, con Rodrigo Rato a la cabeza, se opuso, como ahora. Argumentó entonces de nuevo que la operación erosionaba la competencia y el proyecto de fusión fracasó.


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