Manuel Conthe divide su sueldo entre diversas cuentas bancarias para evitar el ‘palo’ de Hacienda

Tal y como ha sabido El Confidencial Digital, Conthe ha compartido con un número selecto de economistas, abogados y asesores fiscales cuál es su “secreto para que pagar a Hacienda duela lo menos posible”: conviene tener expectativas bajas para que la percepción de las pérdidas sea menor.   La máxima, tomada de los estoicos, tal y como el mismo explicó ante un atento auditorio en un encuentro de asesores fiscales organizado por AEDAF en Valencia, se traduce en que “las retenciones fiscales juegan un papel esencial para evitar la sensación de pérdida del contribuyente”. O lo que es lo mismo, “el dinero que uno no va a percibir, es mejor no verlo”.   Por ese motivo, Conthe asegura que lo mejor es “netear las ganancias con las pérdidas”, tal y como él viene haciendo desde hace años. “Yo he comprobado las bondades de este sistema desde que dejé de ser asalariado”, explica. Hasta tal punto es partidario de esta máxima que declara: “al dejar la CNMV y dedicarme a Expansión, traté de conseguir que me retuvieran la cantidad que me correspondería si fuera trabajador de la casa, esto es, más del 15% de mi salario”. No obstante,añade, “la Dirección General de Tributos no me autorizó al ser la mía una profesión liberal”.  “Ahora me vuelvo loco con varias cuentas a las que me auto-traspaso lo que voy a tener que pagar vía declaración tributaria más adelante” reconoce. Así, aplica las recomendaciones de algunos de los clásicos a los que, según destacan a ECD fuentes cercanas al economista, admira: Maquiavelo y Ortega y Gasset.  Por otra parte, el que fuera director del Tesoro con Felipe González envidia el gran acierto que han tenido otros países como Alemania o Suecia al conseguir que “las contribuciones a la Seguridad Social no se perciban como impuestos, y por tanto, pérdidas para el contribuyente”. 

En la misma línea, Conthe ha querido dejar claro lo que le quita el sueño en los últimos tiempos: anunciar que “pagar impuestos debe ser entendido como una contribución al bien social” y por tanto, que “no hay mejor obra social que pagar impuestos”. Para trasladar esta visión y “que cale de verdad, puesto que ahora que el Estado no es sostenible y está sobredimensionado, pagarlos es motivo de prestigio social, a nivel personal y empresarial” propone:  

-- Que la Casa Real reciba en audiencia a las personas físicas que paguen más impuestos, como mayores contribuidores y sostenedores del Estado  

-- Que las memorias de RSC de las empresas reflejen el volumen absoluto de impuestos que pagan y que, a su juicio, son la mayor contribución al bien común que pueden hacer. “Es una magnitud mucho más significativa que publicar sus memorias anuales en papel reciclado a dos caras y debería ser motivo de orgullo, no de vergüenza”, concluye.