La razón oculta de Mariano Rajoy para retrasar la petición de rescate: la deuda que compraría el BCE tendría que ser renegociada en plena campaña de las generales de 2015

Rajoy se resiste a tener que negociar un nuevo programa de compra de deuda española con el BCE en plena campaña para las generales de 2015. Y así ocurriría si el rescate se aprobara ahora, porque el plan que activará Mario Draghi contempla sobre todo la adquisición de bonos españoles con vencimientos de tres años, es decir, en vísperas de las próximas elecciones.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció, en efecto, hace unas semanas que está dispuesto a que la institución que preside compre bonos de España con vencimientos de un máximo de tres años para aliviar la presión de los mercados sobre el país.

Pues bien. Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes próximas al Gobierno, ese vencimiento de deuda a tres años es, precisamente, uno de los aspectos al que más vueltas están dando los miembros del equipo económico de Rajoy para decidir el momento más oportuno para acudir a la línea de crédito del BCE.

“Hay que esperar aún unas semanas”

Según las fuentes consultadas, la consigna en Moncloa es clara: hay que esperar todavía unas semanas más, aprovechando la relativa calma en los mercados y en la prima de riesgo, para que esa nueva negociación con el BCE para la compra de deuda española a tres años se produzca, en todo caso, después de las elecciones generales de 2015.

Esa circunstancia aconseja a Rajoy demorar cualquier petición de rescate a que pase el mes de noviembre de este año.

Es uno de los argumentos principales a los que se está agarrando con fuerza el jefe del Ejecutivo para resistir frente a las voces de empresarios y banqueros españoles que piden una intervención inmediata del BCE: intenta alejarla lo máximo posible de esa fecha.

En caso contrario, el Gobierno tendría que hacer frente a esos vencimientos de deuda en las semanas previas a las elecciones. Y la negociación de nuevas condiciones con el BCE, que vendrían acompañadas, con toda seguridad, de más ajustes, pondría en serios apuros al Ejecutivo de Rajoy en plena campaña electoral.

Objetivo: ‘salvar’ las generales de 2015

Las fuentes cercanas al presidente, a las que ha tenido acceso ECD, explican que Rajoy sabe que las próximas elecciones generales serán claves para su futuro político, y también para el del Partido Popular.

 

Esa cita electoral de noviembre de 2015, en la que el PP se juega continuar cuatro años más en La Moncloa, está, por tanto, condicionando también de manera decisiva la fecha concreta en la que el Gobierno pedirá el rescate a la Unión Europea. A este hecho, se suma el de conseguir rebajar al máximo la condicionalidad de ese préstamo.

Evitar la fuga de voto a los partidos nacionalistas

Las fuentes consultadas por este diario destacan que el Gobierno también ha tenido en cuenta la celebración de las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco, el pasado 21 de octubre, como premisa para retrasar lo máximo posible la solicitud de rescate.

Y hay un motivo de fondo. En círculos del Gobierno se admite que en Moncloa existió el temor a que un rescate antes de los comicios hubiera propiciado la migración del voto conservador hacia los partidos nacionalistas en ambas comunidades.

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