Rodrigo Rato ha rechazado ofertas de televisiones y periódicos para defenderse
Responde que no tiene por qué hablar de su patrimonio personal. Además, argumenta que cualquier declaración perjudicará su proceso judicial y desconoce las armas que se reserva el Gobierno sobre su dinero
Rodrigo Rato no acudirá a los platós de televisión para defenderse por el supuesto delito de blanqueo de capitales del que se le acusa estos días. Tampoco concederá entrevistas a los principales diarios nacionales para dar explicaciones. Ha argumentado a su entorno los motivos.
El ex vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, Rodrigo Rato, protagoniza un nuevo escándalo político. El que fuese también presidente de Bankia se acogió a la amnistía fiscal del PP en 2012 para regularizar dinero oculto en paraísos fiscales. Le llueven por ello estos días las críticas y reproches desde amplios sectores políticos.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes próximas al ex vicepresidente, Rato se va a negar, por el momento, a dar explicaciones sobre este asunto. Y mucho más a través de los medios de comunicación, a pesar de las voces cada vez más insistentes de miembros, hasta del Gobierno y el PP, que le exigen de que dé la cara.
Televisiones y periódicos se ofrecen
Algunas personas de su entorno más cercano, con buenas relaciones en algunas televisiones y periódicos, han recibido incluso propuestas estos días para que el ex ministro tenga la oportunidad de defenderse de las duras acusaciones que está recibiendo.
Se citan a programas en horario de máxima audiencia y a periódicos de tirada nacional dispuestos a recoger su versión a página completa.
Los motivos para rechazar salir a la palestra
Pero en su entorno aseguran que Rato ha decidido mostrarse muy prudente en sus declaraciones públicas sobre este tema. Explican que su planteamiento no va a ser querer ajustar cuentas con nadie, ni entrar en polémicas. Es la línea que había trazado con sus asesores desde hace varios meses para el futuro: estar centrado solo en la resolución de sus problemas judiciales.
Y no va a saltarse tampoco el guión en este momento. No considera, en primer lugar, que deba salir a la palestra porque no ocupa ningún cargo público desde hace algunos años y, por tanto, no tiene por qué dar cuenta de su situación tributaria.
También argumenta en privado a sus más allegados que desconoce la información que maneja (y se reserva aún) el Gobierno sobre su patrimonio.
Analiza que se encuentra ya fuera del sistema y solo va a tener una oportunidad de explicarse. Por tanto, si nuevas informaciones sobre su situación tributaria continúan apareciendo en los medios de comunicación, de nada habrán servido sus razones. No habrá posibilidad ya de réplica y solo se habrá contribuido a generar más ruido.
Otro de los motivos está relacionado con el proceso judicial en el que se encuentra inmerso por el caso Bankia. Está convencido que cualquier tipo de declaración puede perjudicarle en su todavía incierto horizonte penal.
